Después de que el Indec informara el 3,9% de inflación durante el mes de enero, el Gobierno nacional impulsa la creación de una Empresa Nacional de Alimentos, con la que intentarán impulsar los precios a la baja.
“La inflación es un daño para la mesa de los argentinos y el Gobierno evalúa una solución, no porque le interese políticamente, sino porque es su deber modificar la vida de la gente”, se la escuchó decir ayer a la portavoz Gabriela Cerruti.
La funcionaria reveló que analizan la puesta en marcha de una empresa estatal para garantizar precios bajos y ayudar así a los pequeños productores de verduras frescas.
La Empresa Nacional de Alimentos buscaría asociarse con productores de alimentos y regular el precio final al consumidor controlando los costos de producción y comercialización.
El proyecto es impulsado por Rafael Klejzer, Director Nacional de Políticas Integradoras del Ministerio de Desarrollo Social, que aseguró que es injusto que “diez empresas de alimentos que determinan los precios “.
Además, expresó que el precio de los alimentos en Argentina “es político, no tiene nada que ver con el stock. El precio del tomate no depende de la falta de stock, sino de la avaricia”. Y agregó que “es muy importante la Empresa Nacional de Alimentos, porque empezás a discutir más allá del precio, sino que discutís soberanamente qué producto abaratás en la mesa de los argentinos”.
La secretaría de Comercio Interior no trabaja en este proyecto, de todos modos Roberto Feletti negocia un acuerdo con el Mercado Central para fijar precios de alimentos frescos como frutas y verduras.
Tal cual se aplica en México, el centro del acuerdo al que Feletti intenta llegar con el Mercado Central es que el Estado anticipe la compra de las cosechas- sobre todo de cebolla, papa y tomate– para así poder influir en el precio. Esta propuesta tiene grandes diferencias con una empresa estatal productora de alimentos.
“Primero hay que aclarar que Argentina no tiene un problema del precio de los alimentos. Por un lado, tenemos de los precios más bajos del mundo; y por otro, los alimentos no son lo único que sube, todos los productos de la economía suben, de hecho, en los últimos 4 años subió más la ropa que los alimentos”, planteó David Miazzo, jefe de fundación FADA.
Y cuestionó: “Ya hay una empresa nacional de combustibles, ¿eso hace que el precio de los combustibles sea más barato?”