El cierre de la fábrica Copetín Gonzalo, ubicada en Dorrego, Guaymallén, dejó a 25 trabajadores sin empleo y con una difícil decisión por delante: recuperar su fuente laboral a través de una cooperativa. La noticia, comunicada el 1 de diciembre mediante un audio de WhatsApp, marcó el fin de una empresa fundada en 1952 por el inmigrante español Gonzalo García y gestionada por tres generaciones de su familia.
Walter Manrique, exrepartidor de la empresa, explicó que los empleados decidieron reunirse y, con ayuda legal, evaluar la posibilidad de reabrir la fábrica como una cooperativa de trabajo. Sin embargo, se enfrentan a múltiples obstáculos. El principal problema es que el inmueble donde funcionaba la producción no pertenece a la SRL de la firma, lo que les impide utilizar el espacio completo. Además, desconocen si el equipamiento necesario para fabricar el producto principal, las papas fritas, sigue disponible en el lugar.
En paralelo, los trabajadores no han recibido respuestas sobre sus indemnizaciones, lo que agrava aún más la situación. “Queremos trabajar para sostener a nuestras familias, pero las trabas son muchas”, señaló Manrique.
Para visibilizar su problemática, los extrabajadores planifican realizar protestas en la Costanera de Mendoza, buscando el apoyo de la comunidad y la atención de las autoridades.