El pasado 6 de marzo se llevaron a cabo las elecciones de la Gran Logia Femenina Argentina en la cual mujeres masonas de todo el territorio nacional sufragaron apoyando de forma mayoritaria a la mendocina María Elena Castillo de 57 años publicitada por la lista “Julia Resnicoff, por más sororidad federal”.
Ello aconteció tras un año de poder concretar el evento eleccionario, el cual debió ser adaptado a las circunstancias que trajo aparejada la pandemia del coronavirus.
Se trata de un hecho histórico teniendo en cuenta que es la primera vez que la Logia es representada por una mujer del interior del país.
Pionera de la masonería femenina en la provincia de Mendoza, fue electa como la gran maestra encargada en los próximos tres años el movimiento femenino en la Argentina, cuenta el colega Federico Fayad para diario Los Andes.
“En estos 19 años que somos una obediencia autónoma e independiente es la primera vez que se elige una mujer del interior eran de Ciudad de Buenos Aires o Buenos Aires, pero nunca nadie ha dirigido desde el interior”, destacó la flamante Gran Maestra a ese medio.
“Fuimos creciendo y se fue haciendo una apertura. La gestión anterior planteó que debían integrarse más hermanas del interior”, añadió Castillo.
La posición que logró esta mendocina es el fruto de un trabajo realizado por un gran número de mujeres en acompañamiento con el reconocimiento de aquellas que radican en el interior del país y no tienen posibilidad de ponerse al frente de la institución.
“Creo que la masonería ha crecido mucho en los últimos años y va a seguir creciendo. Esta es una apertura para acreditar y registrar algunos eventos en donde nos hemos visibilizado mucho más. El desafío es que nos sigan conociendo, para desestigmatizar la idea que tiene la gente de los masones. Y el gran desafío es seguir creciendo libres en pensamiento, en conciencia, respetuosos, tolerantes con líneas directrices para sanear las diferencias que existen en la sociedad”, le dijo a Los Andes.
“Vienen otros tiempos, el gran desafío es seguir creciendo y aportar. La masonería tiene un universo de diversidad y desperdiciarlo o andar a escondidas es retrogrado”, agregó la Gran Maestra proveniente de Mendoza.
Castillo es madre de tres hijos y abuela de tres nietas, profesional del derecho especializada en fideicomisos y amante del derecho administrativo.
Fue funcionaria ocupando el cargo de la Unidad de Fideicomiso “Volver a Producir” Banco Nación junto a la Provincia de Mendoza y como jefa de asesoría letrada del Ministerio de Agroindustria y Tecnología mientras el ministro era Marcelo Barg.
Asimismo fue asesora de la Secretaría Legal y Técnica de la Gobernación y asesora legal en la Coordinación de Gestión del Ministerio de Público de la Defensa y Pupilar de la provincia de Mendoza, donde se ha desempeñado Ad Honorem.
Fue parte de la Fundación de la Masonería Femenina de la provincia de Mendoza, desde donde dirigió, en diferentes momentos las logias Aurora Andina y Portal de Luz. Participó en el Tribunal de Honor de la Institución, fue delegada ante el Consejo de la Gran Logia y en la gestión anterior encabezada por la doctora Mariela Rodríguez Ruiz que tuvo a cargo la Dirección Nacional de Grado de Compañeras.
La Gran Logia Femenina de Argentina nació en el año 2002, luego de años de insistencia y perseverancia de mujeres que buscaban crear un espacio para desarrollar la masonería en el país.
Este grupo de mujeres se unieron a otras integrantes de la Gran Logia chilena con el propósito de consignar la formación que fuera necesaria para lograr la conformación institucional, lograda el 6 de julio de aquel año.
Desde entonces, sus integrantes han hecho grandes esfuerzos con el fin de proyectar la institución a nivel nacional, contando con 18 Logias y espacios en desarrollo en varias provincias del territorio nacional.
A estos lugares se suman cada vez más mujeres con el fin de desarrollar la espiritualidad, el librepensamiento y destinadas a la construcción de una sociedad más justa, equitativa, inclusiva, tolerante y fraterna.