Elecciones: qué necesita cada fuerza para “crecer” en el Congreso, en Mendoza y otros distritos

La pelea por sumar bancas y acercarse al quórum propio será clave en la Cámara de Diputados. La mirada está puesta en provincias como Buenos Aires, CABA, Santa Fe, Mendoza y Córdoba.

Las principales fuerzas políticas que integran el Congreso de la Nación pondrán en juego en las próximas elecciones legislativas gran parte de su capital político, lo que redefinirá el armado de ambas cámaras para el período 2021-2023.

Mientras el oficialismo deberá enfrentar una suerte de plebiscito de su gestión en medio de la pandemia de coronavirus y apostará sus fichas a consolidar una mayoría en Diputados y a no perderla en el Senado; desde la principal coalición opositora, buscarán aumentar su base electoral con la mira puesta en las próximas presidenciales.En la Cámara de Diputados, se renovarán las bancas de 127 diputados: ingresarán 35 por la provincia de Buenos Aires, 13 por la Ciudad de Buenos Aires, nueve por Santa Fe y Córdoba; cinco por Entre Ríos y Mendoza y cuatro por Chaco y Tucumán.

En tanto, Corrientes, Misiones, San Luis, San Juan, Santiago del Estero, Catamarca, Salta, Jujuy, La Pampa, Neuquén y Santa Cruz elegirán tres representantes y Formosa, La Rioja, Río Negro, Chubut y Tierra del Fuego, renovarán dos bancas cada una.El oficialismo, que cuenta actualmente con 119 bancas e intentará renovar 50, apostará a sumar los escaños necesarios en la Cámara de Diputados para obtener el quórum propio -129 diputados- y facilitar la aprobación de proyectos sin tener que depender de otros bloques.

En tanto, Juntos por el Cambio renovará 60 de sus 115 bancas en Diputados -26 por el PRO, 26 por la UCR, 7 por la Coalición Cívica y 1 por el Frente Cívico y Social de Catamarca-.

En la provincia de Buenos Aires, uno de los bastiones del oficialismo, el Frente de Todos estará obligado a empardar la elección de 2017 para poder conservar sus 16 bancas. Si bien, en ese momento el kirchnerismo había jugado por un lado y el massismo por otro, para igualar esa cantidad de escaños deberán acercarse al 47% de los votos. En tanto, Juntos por el Cambio deberá alcanzar el 42% para asegurarse sus 15 escaños.

 

En diálogo con diario Ámbito Financiero, el sociólogo Pablo Romá, analista político de la Consultora Circuitos, consideró que el oficialismo tiene en la actualidad un piso de votantes de entre el 30% y 36% que se identifican con el kirchnerismo duro, mientras que Juntos por el Cambio tiene un posicionamiento electoral de alrededor del 27% o 28%. A eso hay que sumarle “un sector grande que varía entre el 25% y el 30% que hoy no se define por nadie”, explicó.

“Yo no veo una diferencia como la que surgió en las PASO de 2019, sino más bien que el Frente de todos va a estar promediando el 35% o el 36% y Cambiemos ahí cerca. Porque también los antecedentes indican que Cambiemos en el último tramo de la elección, crece. Entonces esos 25%, 27% o 28% creo que se van a hacer un poco más. Y vamos a estar en un escenario de mucha paridad”, evaluó.

En tanto, en la Ciudad de Buenos Aires, distrito con fuerte predominio del PRO, el oficialismo local buscará retener 10 bancas, que en 2017 lograron por separado Vamos Juntos y Evolución Radical -de Martín Lousteau-, con el 63,28%. El desafío del Frente de Todos será mejorar la elección que hizo en aquella oportunidad Unidad Porteña y superar el 21,74% con el que consiguió sus 3 bancas.

En cuanto a la pelea electoral en el resto de las provincias, Romá evaluó: “Van a ser clave Santa Fe, Mendoza y Córdoba -un distrito muy complejo para el Frente de Todos. Hay que ver qué decide (el gobernador cordobés Juan) Schiaretti. Me parece que va a haber una tendencia que se viene dando hace mucho y que es que los gobernadores juegan su propia elección, separándose de la discusión nacional. Las provincias del sur también van a ser muy importantes”.

Mientras que en Córdoba y Santa Fe, Juntos por el Cambio apuesta a retener o ampliar las 10 bancas -5 por cada distrito- que logró en 2017 con el 48,48% y 37,80%, respectivamente; en Mendoza y Entre Ríos, pone en juego los 6 escaños -3 por cada una de las provincias- que se aseguró con el 45,7% y el 53,02%, cuatro años atrás.

El Frente de Todos, en tanto, pone en juego en estas provincias sólo 7 bancas -3 por Santa Fe -que consiguió con el 25,90%-, 2 por Entre Ríos -que logró con el 37,97%, 1 por Córdoba -9,71%- y 1 por Mendoza -25,38%-. La apuesta será también retener las 3 de Santiago del Estero -70,09%- y las dos por San Luis -55%-, San Juan -53,68%-, Chaco -39,62%-, Tucumán -46,89%-, Catamarca -47,84%- y La Pampa -45,42%-.

Desde fines de 2019, para sancionar las principales leyes el Frente de Todos en la Cámara de Diputados se sirvió de bloques minoritarios y provinciales como el interbloque Federal, que conduce Eduardo “Bali” Bucca; el Interbloque Unidad Federal para el Desarrollo, que encabeza el diputado mendocino José Luis Ramón y el monobloque de la neuquina, Alma Sapag.

 

Para las elecciones 2021, estos espacios son los que más arriesgan su caudal político. El Interbloque Unidad Federal para el Desarrollo pondrá en juego 4 de sus 6 bancas; el Interbloque Federal renovará 7 de sus 11 escaños y el monobloque del Movimiento Popular Neuquino apostará la banca de Alma Sapag.

“Después de la elección pueden desarmarse varios satélites aliados al Gobierno y en ese sentido, vuelve a empezar el armado de la Cámara de Diputados. Entonces, creo que, en ese movimiento de desarme y nuevos armados, el rol de Sergio Massa va a ser central”, consideró Romá.

Cámara de Senadores

En el caso del Senado, Catamarca, Chubut, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Mendoza, Santa Fe y Tucumán son las provincias que deberán renovar sus tres bancas este 2021 -dos por la fuerza con más votos y una por la segunda-.

 

En la Cámara alta, el Frente de Todos posee 41 bancas con las que supera el quórum de 37 senadores, lo que le permite votar leyes por mayoría simple. El desafío en esta elección, en la que pone en juego 15 bancas, será no perder ese poderío.

Para defender sus bancas, deberá imponerse en Catamarca, Chubut, Corrientes, La Pampa, Santa Fe y Tucumán. En tanto, para poder ampliar más su dominio debería ganar en Córdoba y Mendoza, provincias tradicionalmente esquivas al peronismo. En estas provincias será fundamental que puedan retener las bancas de Carlos Caserio y Anabel Fernández Sagasti, que finalizan su mandato.

En tanto, Juntos por el Cambio pondrá en juego 8 de sus 25 bancas, más una de su aliado de Santa Fe Federal, Carlos Reutemann. En este caso, deberán mantener sus dos bancas en Mendoza y Córdoba y trabajar para minar la mayoría obtenida por el oficialismo en 2015 en el resto de las provincias en disputa (Fuente: Ámbito FInanciero).

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