Este domingo Chile vivirá un ballotage inédito para elegir a su próximo presidente. Por primera vez se disputan el poder dos candidatos pertenecientes a agrupaciones relativamente nuevas en el escenario nacional, por fuera de las coaliciones hegemónicas desde el regreso de la democracia hace tres décadas.
Por un lado, el candidato de la derecha José Antonio Kast, fundador y expresidente del Partido Republicano y apoyado por el Frente Social Cristiano. Del otro, Gabriel Boric, líder de la coalición de izquierda Apruebo Dignidad y diputado de su natal Magallanes, en el extremo sur del país.
Ambos registraron una estrecha diferencia, de un 2%, en la elección del pasado 21 de noviembre, por lo que se prevé que el ballotage sea muy ajustado.
Del mismo modo, es esperable que esta vez lleguen a las urnas más votantes que los siete millones que sufragaron en la primera vuelta. En Chile el voto es voluntario desde 2012 y pueden votar extranjeros con más de cinco años de residencia en el país.
El presidente del Consejo Directivo del Servicio Electoral (Servel), Andrés Tagle, anticipó que el recuento de votos debería ser “más rápido, lo que dependerá también de la cantidad de gente que vote y los sufragios que hay que contar en cada mesa”. Asimismo, las autoridades estiman que no se registrarán las largas filas e inconvenientes de la última votación. “Dada la pandemia, se estableció en algunos locales la posibilidad de cerrar locales cuando había mucha gente concurriendo a ellos, de tal manera de tener mejor control de riesgo de contagio. Pero el cierre de local es algo que no debiese ocurrir, los locales no deben cerrarse y el Servel así lo ha instruido, se deben mantener abiertos”, agregó su director.
Así, los primeros resultados “los debiéramos tener alrededor de las siete de la tarde y a eso de las ocho ya debería haber tendencias para estar muy cerca del final a eso de las nueve de la noche”.
Marco Moreno, director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central de Chile, explicó a Infobae las implicancias de esta segunda vuelta presidencial. Para el académico, “el fenómeno de descomposición de lo que eran las dos grandes coaliciones había empezado hace bastante tiempo. Lo que estamos hoy día enfrentando es una elección que es propia del nuevo ciclo que está naciendo”, señaló Moreno, donde “Gabriel Boric y José Antonio Kast representan elementos de lo que pudiera ser un nuevo ciclo político, con una derecha conservadora y radical que tiene un protagonismo en la candidatura de Kast y una izquierda que ya no responde al clásico patrón electoral de lo que conocíamos, que son las que están dominando y se están enfrentando hacia el ballotage del próximo domingo”
Sobre el resultado de la moderación de discursos y programas en ambos candidatos, Moreno analizó que “dado que hay ocho millones de personas que se quedaron en sus casas (con opción de votar pero que no concurrieron a las urnas en la primera vuelta) y dado que hay tres millones de electores que en noviembre pasado votaron por las otras opciones que estaban en competencia, los candidatos Gabriel Boric y José Antonio Kast han tenido que moderar sus discursos para ir tras la caza de un elector de lo que en Chile llamamos de centro. La verdad es que más que de centro, diría que son electores moderados, son electores que quieren cambios, pero graduales. Por lo tanto, eso ha llevado a que ambos candidatos tengan que flexibilizar su programa, tengan que adaptarlos a las necesidades de llegar con sus discursos y propuestas a este elector que no está por cambios radicales, sino que va por mayores niveles de moderación y eso ha obligado a hacer ajustes muy importantes en los respectivos programas de gobierno”.
Consultado sobre el escenario en el parlamento al que se enfrente el candidato ganador, sostuvo que la conformación del congreso que fue electo el 21 de noviembre “va a imponer algunas restricciones para el presidente que asuma el próximo 11 de marzo. Es un congreso que está empatado en el Senado, y en la Cámara de Diputados hay nuevas fuerzas que se incorporaron que han hecho que el sistema político sea un sistema fragmentado, con cerca de 21 fuerzas que están representadas de distinto tipo, lo que va a requerir de mayores esfuerzos de articulaciones y de negociación. Es un congreso distinto al que tenemos hoy día y eso va a llevar a buscar mayores niveles de entendimiento y por eso la necesidad de flexibilizar las propuestas programáticas”, concluyó.
En conversación con Infobae, el analista y experto de la empresa de asesorías Golden, Wilfredo Araya, se refiere a la jornada del próximo domingo como una “elección de la transición”. A su juicio, “esta elección presidencial sería potencialmente la última realizada con la Constitución del 1980 siendo el Presidente electo quien lidere la transición hacia una nueva constitución”.
Para el experto, la escasa representación, es decir, solo el 47,3% de las personas inscritas en el padrón que votó en la primera vuelta será gravitante. “Se trata de la más baja participación desde el retorno a la democracia en elecciones presidenciales, más aún, la suma de los votos de los candidatos que pasaron al balotaje en la primera vuelta lograron un total 53% de las preferencias en las urnas, la más baja incluso desde la elección de primera vuelta entre Piñera y Guiller el año 2017″.
Las proyección, a juicio de Araya, se definirá a partir de la redistribución de votos. “Con la información de la elección anterior como base y en un supuesto de traspaso de voto directo desde los candidatos que quedaron en primera vuelta hacia un determinado candidato por su cercanía y acuerdos políticos como Sebastian Sichel (por José Antonio Kast) y Yasna Provoste, Marco Enríquez y Eduardo Artés (Por Gabriel Boric), aún así ninguno lograría la mayoría absoluta, quedando José Antonio Kast con un 40,1% Est. y Gabriel Boric con un 45,9%, siendo determinante los votantes del candidato que ocupó el tercer lugar Franco Parisi con más de más de 899 mil votos que representan el 12,8% de las preferencias”, advierte.
Datos de la primera vuelta
En noviembre, Kast obtuvo mayoría en 10 de las 16 regiones en las que está dividido el País. De norte a sur, se impuso en Arica, Tarapacá, del Libertador Bernardo O’Higgins, Maule, Ñuble, Biobío, La Araucanía, Los Ríos, Los Lagos, y Aysén. Boric por su parte ganó en Coquimbo, Valparaíso, Región Metropolitana y su natal Magallanes. Las otras dos regiones faltantes fueron ganadas por los excandidatos Franco Parisi -Antofagasta- y Yasna Provoste -Atacama-.
Los temas que marcaron la votación por zonas fueron la migración en el norte, que ha generado una ola de críticas a las gestiones gubernamentales, mientras que el centro de la nación las demandas sociales son las que se tomaron los discursos de los candidatos. En tanto la violencia en la Araucanía predomina en la zona sur de Chile, lo que se reflejó en la votación.
Así, los acentos de los candidatos fueron bastante claros. Kast, quien después de 20 años de militancia en el ultraconservador partido Unión Demócrata Independiente (UDI) fundó del Partido Republicano, prometió imponer “orden, seguridad y libertad”. En tanto Boric, de 35 años -la edad mínima para postular a la presidencia en Chile-, propuso un cambio al modelo económico neoliberal imperante en el país.
Fuente: Infobae