Sin dudas Pelé y Diego Maradona dejaron una huella imborrable en los libros del fútbol mundial y pasaron a la historia como dos de los más grandes futbolistas que jugaron alguna vez a este deporte.
Pese a que conquistaron el mundo con sus goles y su talento en el verde césped, los astros se fueron de este plano con una sola y gran deuda: la Copa América.
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El torneo más añejo a nivel selecciones les fue esquivo a las dos leyendas a lo largo de sus respectivas carreras y terminaron con las vitrinas incompletas.
Pelé y la única Copa América que jugó
A pesar de haber jugado para la selección brasileña entre 1957 y 1971, Pelé solo participó en una Copa América, la edición de 1959. En dicho torneo, que se disputó en suelo argentino, la verdeamarella se quedó con el subcampeonato, con el equipo local coronándose campeón con solo un punto de ventaja en un sistema de todos contra todos.
Sin embargo, Pelé fue el máximo goleador del torneo con ocho tantos, incluyendo el gol del empate 1-1 en el partido definitorio contra Argentina, pero no pudo celebrar el título.
El torneo comenzó con un empate 2-2 contra Perú (dos goles de Pelé) y luego, Brasil cosechó tres victorias al hilo: 3-0 ante Chile (otro doblete de Pelé), 4-2 ante Bolivia (un gol), 3-1 contra Uruguay y 4-1 a Paraguay (hat trick de Pelé) no fueron suficientes, ya que Argentina ganó todos sus compromisos y llegó al último partido con la ventaja de ser campeón con un empate ante los brasileños.
Pese a ser la figura del certamen, el astro brasileño no participó nunca más del certamen continental y se ausentó de todas las ediciones posteriores.
Diego y sus tres fracasos en Copa América
Diego Maradona, a diferencia del crack brasilero, disputó en tres oportunidades la Copa América, pero corrió con la misma suerte y tampoco pudo alzar el mítico trofeo. La primera participación del ídolo argentino en la competencia fue en el año 1979 y el Pelusa convirtió un tanto en tres partidos disputados.
Ocho año más tarde, Maradona regresó a la Copa América en el año 1987, cuando se volvió al formato de una sede en un país, siendo Argentina el primer anfitrión. Sin embargo, nada salió bien y el combinado dirigido por Bilardo terminó en el cuarto puesto y Diego se despachó con tres tantos en siete presentaciones.
Dos años después en Brasil, el torneo marcó una nueva frustración para Diego y la Selección. Aunque el equipo terminó en el tercer puesto, la actuación del 10 fue muy mala: apenas dos goles en siete partidos.
