Para esta misma fecha, el año pasado el litro de vino en la franja de los comunes valía alrededor de 12 pesos y actualmente hay operaciones de vino a 35 pesos, ello quiere decir que el incremento interanual es de un 192%.
Si se quiere hallar una suba tan alta, habrá que remontarse al año 2017, cuando el litro alcanzó los 15 pesos, siendo que en la misma época del 2016 valía apenas 5 pesos.
Desde Ecocuyo aseguran que hay tres factores que incidieron en el aumento: el crecimiento de consumo en el mercado interno y en el exterior, menor stock y una cosecha que augura ser igual o menor que la del año pasado.
Para el que tiene vino, el negocio ha sido mucho más próspero que en otros sectores de la economía, dicho sea de paso, la inflación interanual es del 40,7% según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
El aumento del dólar también fue menor. En marzo del 2020 un billete verde costaba 66,15 pesos mientras que hoy se encuentra alrededor de los 97,34 pesos. Resulta ser una variación del 47,1%.
Mario Pulenta, presidente de la Cámara de Bodegueros, comentó que “ha disminuido el stock de vinos y la cosecha de perfila igual o más baja que la anterior. Por esta situación, la oferta y la demanda han cambiado, y eso ha repercutido en el precio”.
Respecto de los beneficiados por este incremento, mencionó que “debería ser positivo para el productor”, añadiendo que “habrá que ver si ese incremento se puede trasladar al precio del vino en la góndola del supermercado”.
Pablo Martín, desde la mesa vitivinícola, prefiere hablar de una “recuperación” y no de un “aumento”. “Los dos años anteriores el productor vino trabajando con rentabilidad negativa”, contó y opinó que este precio podría mantenerse hasta la próxima cosecha.
Sin embargo, existe cierto temor desde el sector vitivinícola respecto de la incidencia que pueda tener el precio del vino tanto en el consumo interno como en el volumen a exportar.
Según se desprende de datos del laboratorio estadístico del Instituto Nacional de la Vitivinicultura (INV), el 2020 cerró con un repunte del consumo interno del 6,5% en comparación al 2019, ello significa 57 millones de litros más.
Asimismo, es dable destacar, que durante el año pasado se vendieron 943 millones de litros, que marcó el volumen más alto de los últimos 5 años.
Respecto de las exportaciones, durante febrero de 2021 crecieron un 22,3% en comparación con enero. Los envíos al exterior ya presentan un incremento del 12% interanualmente.
Eduardo Garcés, desde la Federación de Viñateros, analizó que el aumento del precio del vino tiene que ver con el faltante. En tal sentido apuntó contra el sector bodeguero, que venía hablando de sobrestock “y terminó siendo todo lo contrario”. Además aseguro que los datos del INV “no son certeros”.
Según datos del sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) demuestra que los impuestos representan el 43% del precio que paga el consumidor en góndola por el vino tetra y la botella de gama media-baja de 750 centímetros cúbicos.
Por otro lado, el viñatero que es el productor primario percibe apenas el 9,4% del precio final.
El estudio demuestra que es el Estado quien se lleva la gran porción de la torta. Si se desmenuzan los impuestos desde la venta de la uva hasta la venta del tetra en góndola, el 69,9 se lo lleva el Estrado nacional y el 30,1% corresponde a las provincias o tasas municipales.