Con la intención de torcer una historia, prácticamente sentenciada, algunas provincias afines al presidente Alberto Fernández y aliadas al Frente de Todos, han optado por anunciar el pago de los famosos bonos.
Poco tiempo atrás, el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, dio a conocer que su administración afrontará el pago de un bono de 90 mil pesos en tres cuotas de 30 mil pesos para los agentes estatales.
Pero además de esa suculenta suma, y más en los tiempos que corren, también adelantó que los trabajadores tendrán un incremento salarial del 57%, que comenzarán a percibirlo en enero.
Este tipo de acciones, sumados a los dichos del candidato oficialista Daniel Gollan, de que “con un poco más de platita en el bolsillo, la foto de Olivos no hubiese molestado tanto”, han causado cierta preocupación en Juntos por el Cambio.
Inclusive, María Eugenia Vidal lo hizo saber durante el debate televisivo de TN el miércoles por la noche, y también Horacio Rodríguez Larreta, que esta semana dijo que “pensar que por poner ‘platita en el bolsillo’ los van a votar es subestimar a la gente”.
Volviendo al caso puntual de Santiago del Estero, hay otro dato que hace más llamativo y obvio el anuncio, y es que Zamora se presentará para los comicios de noviembre con su actual vice, Carlos Silva Neder.
El mandatario, que además se postula como candidato a diputado nacional suplente, también busca consolidar su cuarto mandato al frente de la provincia del norte.
Pero como si esto fuera poco, el Plan Platita también desembarcará en Chaco, donde el conocido Jorge Capitanich, anunció que pagará un bono de 10.000 pesos.
Esta suma, para nada despreciable, alcanzará a más de 100 mil trabajadores activos y jubilados que cobran menos de $ 100.000 al mes.