Se ha empezado a dar un nuevo factor que resulta ser altamente llamativo en la sociedad. Si antes se decía “no llego a fin de mes”, hoy la frase pasó a ser brutal: “no llego a principio de mes”.
Las cuentas no cierran para ninguna familia de la cada vez más estrecha clase media y sobrevivir el día a día resulta ser una odisea difícil de sobrepasar por un hecho objetivo: los sueldos son cada vez más paupérrimos en referencia a los costos de vida.
Abonar los gastos fijos, en muchos casos con suerte, significa utilizar el o los sueldos completos que ingresan a un hogar. Otras veces ni siquiera eso alcanza. Alquiler, impuestos, servicios, etcétera.
Un dato que se dio a conocer a fines de enero es que una persona destina en promedio entre el 60 y el 70 por ciento de su sueldo para pagar el alquiler, cuando cualquier asesor financiero aconseja que ese número no exceda el 30 por ciento.
No es que el costo de vida sea caro, en realidad este factor está relacionado a los salarios bajos y ello puede verse en el Estado que paga acorde a los tiempos que corren: un administrativo en el sector público cobra un bruto promedio de 120 mil pesos, mientras que en el privado, por ese cargo se cobra en bruto un promedio de 54 mil pesos, menos de la mitad.
El haber promedio que se cobra en Argentina es de 243 dólares (y ello teniendo en cuenta sueldos privados y públicos, por lo que el promedio para una persona que no trabaja para el Estado es menor). Sin embargo, los dos países que tiene Argentina a los costados, Chile y Uruguay, ostentan sueldos promedios de 441 y 423 dólares respectivamente.
No existe, para colmo, un horizonte que augure una mejora, todo lo contrario, todo indica que el poder adquisitivo seguirá cayendo, básicamente por tres factores: altos niveles de inflación, depreciación del peso y una política anti sector privado que ahuyenta inversiones y empresas que podrían ayudar a reforzar el sistema recaudatorio, lo que, junto al constante ensanchamiento del Estado, deriva en un aumento constante en el valor o la cantidad de impuestos.
Argentina lidera el ranking de carga impositiva de la región, como así también de emisión monetaria y es el cuarto peor pago en términos absolutos en dólares en Latinoamérica.
¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo los Gobiernos van a seguir mintiendo con el presupuesto? ¿Hasta cuándo van a seguir creando cargos, organismos, entes y demás “lujos”? ¿Hasta cuándo van a seguir gastando plata en trivialidades? ¿Hasta cuándo van a seguir asfixiando al ciudadano que los mantiene?
La situación es insostenible y se insiste, nada hace parecer que ello vaya a cambiar.