Mientras se agrava la situación por la falta de combustibles en todo el país, entró en escena un reconocido empresario mendocino abocado a esta industria, que directamente optó por parar las operaciones de una de las plantas más importantes de la Argentina.
Refinor, que en un 50 % pertenece a Integra, la firma que encabeza José Luis Manzano, paró las operaciones por 45 días en Campo Durán, provincia de Salta.
Esta planta, que también es propiedad de YPF, abastece con naftas al 75% de las estaciones de servicio del norte del país. Producto de este parate, los sindicatos del sector encendieron las alarmas.
Ver: Preocupación por la falta de combustibles: advierten por puede haber “desabastecimiento de mercadería”
Según informaron voceros de Refinor, la firma está en una situación crítica ya que no cuentan con suficiente petróleo para la planta y tienen que abastecer sus estaciones de servicio comprando combustible a pérdida.
Integra, propiedad de José Luis Manzano, tiene el 50% de las acciones de la destilería de Refinor en Campo Durán en Salta. El porcentaje restante le pertenece a YPF.
Refinor se puso como objetivo fortalecer el abastecimiento de combustibles en el norte y hacerse cargo de la creciente demanda de los proyectos de litio de la Puna. Pero ahora el congelamiento de precios puso en jaque a la destilería.
La crisis de la firma se da a raíz de la situación actual de escasez de combustibles, sobre todo gasoil y nafta súper, que hay en el norte y centro del país, y que también repercute en Mendoza. Esa refinería, la única de la región, abastece a siete provincias: Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, Chaco, La Rioja y Catamarca. Y, como si fuera poco, también operan un poliducto de 1.100 km y produce derivados.
Congelamiento
La refinería de Campo Durán posee una capacidad para procesar 4.150 metros cúbicos por día (m3/d), aunque alcanza su punto óptimo al colmar su capacidad de producción de naftas en 2.000 m3/d. Con el historial de baja inversión en la cuenca del Noroeste, que hoy produce apenas 750 m3/d, la refinería venía operando a mínima carga y en forma intermitente para acumular petróleo crudo. Hasta hace un mes ingresaban entre 600 y 650 m3/d, pero, por distorsiones que se produjeron en el mercado de combustibles con el congelamiento de precios, Campo Durán estaba procesando sólo 300 m3/d. Por este motivo frenó la operación hasta mediados de noviembre.
En los hechos, el acuerdo de palabra entre Sergio Massa y las petroleras implicó que las refinadoras recibirían un crudo Medanito de la cuenca Neuquina a US$ 56 por barril. Como contrapartida, el petróleo crudo excedente se autorizaría para exportación a un precio mayor, según el mercado internacional. En este escenario, las pequeñas y medianas refinerías del centro del país intentaron conseguir el crudo a precio interno, pero pocas accedieron. La mayoría terminó adquiriendo la materia prima a un precio mayor en la cuenca del Noroeste, que no realiza exportaciones.
Voceros de las refinerías afectadas afirmaron a EconoJournal que “es esencial la intervención de la Subsecretaría de Hidrocarburos para ordenar el suministro de crudo y obtener lo mejor para el sistema. Es necesario hacerlo de manera urgente”.
“Los combustibles están muy baratos comparados con el costo que tenemos. No contamos con crudo suficiente porque la cuenca (del Noroeste) declinó, pero necesitamos abastecer a nuestra red, entonces tenemos que comprar combustibles. Cuando el precio en surtidor estaba en línea con la importación, podíamos competir. Con el congelamiento, que comenzó en 2019, cumplimos cuatro años donde muchas veces compramos combustible a pérdida”, explicaron desde Refinor.
Así se llegó a esta situación
YPF abastece a Refinor de volúmenes de combustibles que le hacen falta para cubrir la demanda de su red, pero, para esto, la petrolera tiene que importar combustibles a precio internacional. “Al tener que volcarlo al mercado interno nos obliga a poner precios mayores, lo que no nos permite competir”, añadieron los mismos informantes.
Históricamente Refinor vendió los combustibles al mismo precio que YPF, que domina casi el 60% del market share del mercado y tiene los precios más bajos de Argentina. Desde la guerra entre Rusia y Ucrania empezó a faltar combustible y se disparó el costo de importación. En 2022 Refinor perdió US$ 20 millones por la diferencia en los precios, pero tuvo que hacerlo “para no perder market share”, añadieron las mismas fuentes. Esta situación también provocó que Refinor acumule deudas con las operadoras de los yacimientos.
“Tenemos precios congelados y nos falta el crudo. Compramos combustibles más caros que al precio que lo vendemos. Todo esto genera una situación complicada que estamos tratando de revertir”, describieron desde la refinadora. Y agregaron que “la planta está parada por el poco crudo que ingresa. Es normal que paremos por 15 días para acumular y volver a arrancar, pero no es normal que paremos ahora por tanto tiempo”.
Además, Refinor quedó al margen del Régimen de Incentivos al Abastecimiento Interno de Combustibles (RIAC), un plan que impulsó el gobierno en 2022 que otorga beneficios impositivos a refinadoras que importan naftas y gasoil, pero que exige un aumento de 10% interanual del abastecimiento local, un requisito prácticamente imposible para la empresa de Manzano.
Alternativas
Las posibles alternativas que manejan en la compañía para que no se agudice su situación es que el gobierno genere las condiciones para el retorno del crudo a Campo Durán. Al mismo tiempo, que a las refipymes (pequeñas refinerías del centro y sur del país) también se les garantice el abastecimiento.
Ver: Milei volvió a hablar sobre la dolarización y dejó atónitos a todos: “Será más fácil”
Adicionalmente, en el sector hablan de potenciar la carga a partir de un programa de incentivos para llevar crudo de la cuenca neuquina al norte del país. Igualmente, en Campo Durán esperan que se resuelvan las distorsiones que genera la política de precios por debajo de los costos.
Gremio en alerta
Durante los últimos días, el Sindicato de Trabajadores del Petróleo y Gas de Salta y Jujuy sacó un comunicado de alerta que fue replicado a nivel nacional por la Federación Argentina de Petróleo, Gas y Biocombustibles. El pedido es ante el Gobierno nacional para “garantizar las fuentes laborales”.
La planta cuenta con un plantel de 400 trabajadores directos, pero otros tanto de manera indirecta. El cierre por 45 días profundizó la situación. El próximo lunes a la tarde hay una audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Nación en la ciudad de Buenos Aires.