La pobreza alcanzó en 2020 al 42% de la población tras el impacto de la pandemia. El efecto que tuvieron la crisis sanitaria y las medidas de aislamiento social fue diverso en las distintas regiones del país, aunque los principales afectados fueron los grandes centros urbanos. Sin ir más lejos, hacia fin de año el 51% de la población de los partidos del Gran Buenos Aires eran considerados pobres y un 15%, indigente.
De acuerdo a los datos oficiales dados a conocer este miércoles por el Indec, 19,4 millones de personas quedaron bajo la línea de pobreza al no poder cubrir el costo de la canasta básica. Por otra parte, la indigencia se ubicó en el 10,5 por ciento, frente al 8 por ciento de hace un año.
Analizado por regiones, algunos conglomerados relevados por el organismo estadístico mostraron saltos muy pronunciados en los índices de pobreza e indigencia en los últimos doce meses.
El principal centro urbano del país, el Gran Buenos Aires, terminó el año de la pandemia con más de la mitad de sus habitantes por debajo de la línea de la pobreza. En Mendoza, el dato asciende al 44% de la población.
La situación de la indigencia también empeoró sensiblemente en el conurbano bonaerense. Hace un año el 11,3% de la población no llegaba a alimentarse lo suficiente, mientras que al terminar el 2020 esa cifra había escalado a 15,2%.
Los partidos del Gran Buenos Aires, de todas formas, no fueron el conglomerado urbano con los peores números del país. Por encima estuvo Gran Resistencia, en el Chaco: el 53,6% de sus habitantes no cubre la canasta básica y el 10,6% es considerado indigente. No es posible conocer la variación anual para el Chaco, ya que Indec no dispone de cifras para el segundo semestre de 2019. De todas formas, como referencia, hacia mitad de 2020 la pobreza alcanzaba al 48,7% de la población.
Concordia, en Entre Ríos, es el tercer conglomerado con peores cifras de pobreza en la Argentina. Hacia fines de 2020 había alcanzado el 49,5%, aunque a contramano de los otros dos casos anteriores, esta ciudad tuvo una disminución en su índice, al compararlo con el 51% con que había finalizado el 2019. Con la indigencia la tendencia fue la misma: el número se recortó desde 11% a 8,2%.
Otro grupo de grandes centros urbanos incluidos en el estudio del Indec terminaron el año de la pandemia con porcentajes de pobreza por encima del promedio nacional de 42%. Fueron el Gran Mendoza (44%, con un incremento anual de 5,4 puntos porcentuales), San Nicolás-Villa Constitución (43,6%), Gran Tucumán-Tafí Viejo (43,5%) y Corrientes (42,9%).
Un grupo de conglomerados urbanos, por su parte, logró mejorar sus estadísticas de pobreza a pesar de la crisis sanitaria. Entre ellas están Rawson-Trelew (7,5 puntos porcentuales menos hasta 32%), Santiago del Estero-La Banda (desde 45,2% hasta 39,4%) y Formosa (41,6% en 2019 hasta 36,4% en 2020).