El piloto Charles Leclerc se puso al volante del monoplaza Ferrari 312B3 de 1974 de Niki Lauda en el Histórico Gran Premio de Mónaco. Este evento se lleva a cabo varias semanas antes de la cita oficial del calendario de la máxima categoría, que tendrá lugar el fin de semana del 29 de mayo.
Leclerc se puso el mono y el casco para hacer una pequeña exhibición y aunque el primer objetivo es no dañar el coche por todo lo que conlleva, el piloto perdió el control e impactó contra las protecciones, por suerte no a una velocidad muy alta. Desde ya, el coche sufrió algunos daños y Charles Leclerc se vio obligado a regresar a boxes y pedir perdón por lo sucedido.
“Perdí los frenos. ¡Perdí los frenos! Frené, el pedal estaba duro y se fue al suelo. Tuve suerte de que me pasase en ese momento, porque si eso me hubiese pasado en otra curva, no habría sido nada bueno”, dijo Charles.
El regalo de la Fundación Fangio a Max Verstappen
En el contexto de una actividad que rememora otros tiempos del automovilismo mundial, también Mónaco se presta para recibir grandes figuras. Y allí estaba el actual campeón de la Fórmula 1, Max Verstappen.
La Fundación Fangio aprovechó la ocasión para entregar a Verstappen una estatuilla con la imagen del Quíntuple. Al observar la figura, Verstappen admiró el trabajo artístico en el que se representa al balcarceño. Allí estaba Alejandro Chahwan, que participó del GP Histórico, junto con Omar Menem, quienes, a través de la Fundación Fangio, llevaron dos estatuillas del Quíntuple.