Inició la preparación en la provincia de Mendoza para el momento en el que se espera la llegada de las distintas vacunas contra el Coronavirus. En este caso, la refrigeración es un tema clave.
En ese sentido, el Ministerio de Salud provincial y la UNCUYO firmaron un convenio con el objetivo de guardar estas dosis en el hiper freezer que ostenta la Facultad de Odontología.
Es dable destacar que el momento que llegue la vacuna a la provincia los primeros en ser beneficiados con la misma serán los grupos de riesgo, y personal de salud, seguridad y docente.
En ese sentido, La ministra de Salud, Desarrollo Social y Deportes, la farmacéutica Ana María Nadal, mencionó en Canal 9 que “la provincia está desarrollando toda una logística y estamos pudiendo contactar empresas que nos ayuden. Va a ser un desafío importante por las características de la vacuna en cuanto a la cadena de conservación. Estamos haciendo alianzas estratégicas, nos hemos acercado a la UNCUYO, que pone a disposición híper freezers para la conservación de vacunas”.
“En esta primera etapa, estamos entre 200 y 250 mil mendocinos sumando los grupos. Vamos a recordar que la vacunación es voluntaria y gratuita”, agregó
En el fin de comprender cómo será la conservación de las vacunas, teniendo en cuenta que la más cerca de llegar es la de Pfizer que necesita estar guardada a 70º bajo cero, Universidad se contactó con el docente e investigador de la Facultad de Odontología Rodolfo Ortiz Flores.
Según comentó, “el freezer que tiene la Facultad de Odontología mantiene una temperatura que puede alcanzar los -180° centígrados. Es un elemento de investigación muy importante para la provincia y la UNCUYO para poder almacenar todas las muestras de biología molecular y, sobre todo, las vacunas”.
Dicho freezer llega a temperaturas de 180º bajo cero por lo que permite conservar cualquier vacuna y trabajar desde cualquier ámbito de la investigación.
El mismo, se encuentra ubicado en los pisos superiores de la clínica de Odontología de la Facultad de Odontología de la UNCUYO en el Centro de Investigaciones Odontológicas y ostenta los mecanismos de seguridad automatizados para sostener la cadena de frio si se llega a cortar la luz –se realiza a través de un grupo electrógeno que permite mantener las vacunas de 12 a 24 horas–.
Asimismo, la facultad conversa con los investigadores en el momento en el que hay un problema de este estilo con el fin activar los protocolos correspondientes.
“El tamaño que tenemos en Odontología puede almacenar una gran cantidad de vacunas. Podríamos recibir entre el 3 y el 5 % de las vacunas que lleguen a la provincia, siempre dependiendo de la modalidad y el tamaño de los envoltorios” aseguró Ortiz Flores.
“A mi parecer, con todos los demás ‘freezers’ con los que cuenta la provincia, no vamos a tener ningún problema a la hora de almacenar todas las vacunas que se necesiten, tanto para la primera partida como para las siguientes, que irán llegando con el correr de los meses”, añadió el investigador.
Según explicitó, “el traslado se realiza por lo general por vía aérea y se transporta en sistemas de refrigeración con hielo seco, recubiertos con termoaislantes especialmente preparados para estas vacunas”.
Por último, destacó que “es necesario entender que se deben buscar las dosis que se van a utilizar en ese momento, no se pueden sacar de más ni de menos, para que no pierdan su cadena de frío y no se echen a perder las vacunas”, finalizó el investigador.