Inverlat, el fondo dueño de Havanna, junto a la familia Neuss y los empresarios Luis Galli y Rubén Cherñajovsky, adquirió las empresas de distribución eléctrica de Tucumán.
La compra, como si fuera poco, alcanzó a las distribuidoras EDET Y Ejesa, la central hidroeléctrica Potrerillos, en Mendoza, más las Líneas de Transmisión del Litoral (Litsa).
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Estos activos le correspondían al fondo BAF Capital, uno de los grupos financieros más destacados del país. Y si bien no trascendió el monto de la operación, los nuevos accionistas desembolsarán una suma cercana a los u$s400 millones.
De esta forma, Inverlat Investments significa un retorno al mercado eléctrico, luego de la venta de la distribuidora Río Negro (Edersa) a Neuss, con quien nuevamente es socia.
El fondo de inversión privada, cuyos accionistas incluyen a Carlos Giovanelli, Damián Pozzoli, Guillermo Stanley y Federico Salvai, considera que el sector minero tiene un alto potencial de crecimiento, lo que incrementará la demanda de gas y electricidad en los próximos años.
La palabra de los flamantes compradores
“La Argentina va a tener cada vez más gas, va a generar más electricidad y va a tener más demanda de parte de las mineras y del desarrollo de la inteligencia artificial. También se van a necesitar más líneas de transmisión, para abastecer todo este consumo. Por lo tanto, el futuro es todo energía, gas y electricidad”, manifestaron los nuevos accionistas del sector eléctrico.
Y agregaron: “Tenemos una visión positiva sobre el Gobierno, sobre lo que está pasando en la Argentina y especialmente sobre el sector energético y minero. La buena noticia para las provincias es que se fueron los fondos y llegan empresarios de carne y hueso para operar en la industria”.
Con estas compras, los empresarios apuntan a fortalecer su posición en un mercado clave, apostando por el crecimiento de la infraestructura energética en Argentina.
