El economista Gabriel Rubinstein criticó al “ala kirchnerista” del gobierno por “empujar a gastar más para conseguir votos” en las próximas elecciones legislativas, y advirtió que esa actitud complica la posibilidad de alcanzar un acuerdo rápido con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“En el FMI hay una duda importante respecto de la capacidad de decisión del ministro de Economía, Martín Guzmán“, sostuvo Rubinstein.
Señaló que el propio presidente Alberto Fernández “viene demostrando que hay decisiones que pueden ser reversibles, y pareciera que la alianza con Cristina Kirchner o La Cámpora muchas veces impone su criterio”.
En diálogo con la agencia Noticias Argentinas, Rubinstein consideró que el FMI “seguramente requerirá compromisos más formales, incluso también seguramente del Congreso, a la hora de un acuerdo”.
Rubinstein, director de la consultora GRA, dijo que el acuerdo con el organismo “se está dilatando y eso genera ruido en el Club de París, que necesitaría de un acuerdo o un paraguas del FMI para avanzar”.
El economista que anticipó la crisis del 2001 en el país, lamentó que la Argentina “no termina de comprometerse en una voluntad de querer llegar al superávit fiscal, y cuando hay unos pesos más enseguida aparece la presión política de gastar más con tal de maximizar votos”.
“Pareciera que mejorar las cuentas fiscales fuese mala palabra. Va a llegar el momento de un cambio o vamos hacia un default“, advirtió.
Destacó que la economía está teniendo una recuperación importante, que puede ser del 6% y llegar al 10%, con lo cual aumentaría la recaudación, y si los gastos por el Covid-19 no aumentan mucho, el déficit fiscal este año se podría reducir al 3% del Producto Bruto”.
Pero sostuvo que el problema es que “desde el ala política le han dicho al ministro Guzmán que hay que gastar todo lo que se pueda”.
Dijo que el jefe del Palacio de Hacienda “con cierto criterio quiere minimizar el déficit fiscal, sin alterar el crecimiento, y desde La Cámpora y el Instituto Patria le dicen que hay que maximizar gastos, porque necesitan más votos”.
Sobre las negociaciones con el FMI, Rubinstein sostuvo que el país “tiene que empezar a mostrar voluntad de pago y de compromiso de ir a un ajuste fiscal, y eso no quiere decir que no crezca la economía”.
Agregó que “a medida que Argentina muestre responsabilidad fiscal va haber una cierta posibilidad de que baje el riesgo político, y puede ser que vuelvan inversiones”.
“Pero si eso no se cumple, aparece la perspectiva de un nuevo default con el FMI, y uno nuevo con los bonistas, y la economía va a seguir estancada, porque nadie va a querer invertir”, alertó.
Respecto de la inflación, la consultora de Rubinstein estimó que este año se ubicará entre 40% y 45%, muy por encima de la proyección del 29% realizada por el ministro de Economía.
Advirtió que “por la situación económica, hasta que no haya una mejora apreciable macroeconómica, vamos a estar en alta inflación por mucho tiempo“.
Dijo que ese escenario se mantendrá “por lo menos mientras no mejore la situación fiscal”.