La mujer que denunció por abuso sexual a Marcos Lautaro Teruel y a dos de sus amigos, prestó declaración ante la Justicia de Salta, en el marco de la causa en la que el hijo del músico del grupo Los Nocheros, Mario Teruel, se encuentra imputado.
Lautaro no es el único apuntado, ya que Silvio Ezequiel Rodríguez y Gonzalo Isaac Farfán, son otras de las personas que están muy comprometidas con la justicia
La mujer, en su testimonio ante las autoridades judiciales, cargó contra los tres individuos y remarcó: “Se turnaban”.
El hecho, caratulado como delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por dos o más personas, habría ocurrido en enero o febrero de 2014, en la casa de Teruel, en momentos que la víctima tenía 19 años.
En la actualidad, con 26 años, la joven declaró sin la presencia de los imputados y el público en la sala, y en ese marco ratificó el hecho y dio detalles específicos del ataque. Antes de someterse a esa instancia, debió ser contenida psicológicamente.
La denunciante manifestó que en enero o febrero de 2014 se reunió con Teruel, Farfán y Rodríguez en un bar de la calle Balcarce, de la capital salteña, y luego de beber algunas cervezas fueron a una fiesta en el barrio El Huaico.
La víctima reveló que poco antes había conocido a Rodríguez en la casa de una amiga y le había gustado, por lo que esa noche bailaron, se besaron y, en una parte más alejada, “todo comenzó a subirse de tono”. En determinado momento, los imputados optaron por irse y le propusieron pasar por un boliche de calle San Luis, pero como el local estaba casi vacío fueron a la casa de Teruel.
La denunciante comentó que entonces Rodríguez la llevó de la mano a una habitación, donde tuvieron relaciones sexuales consentidas, pero cuando estaban allí, entró Teruel desnudo y abusó de ella. Tras ello la mujer manifestó que Rodríguez no dijo nada y salió de la habitación y que después quien ingresó fue Farfán, también desnudo.
Según publicó el diario El Tribuno, la joven sostuvo que en ese momento a ella le pareció de que “se estaban turnando”. Además aseguró haberse sentido “horrible”, y que cuando quedó sola en el lugar le llevó tiempo reaccionar porque se encontraba muy nerviosa y perdida. Asimismo, dijo que se vistió, abandonó el lugar y se fue en un taxi junto a Farfán, porque vivía cerca de su casa, pero afirmó que en el camino no hablaron.
En diciembre de 2018, la víctima realizó una publicación de este episodio en Facebook, luego de una charla que tuvo junto a una amiga, en Buenos Aires, y precisó que en ese momento escribió un borrador y, en un determinado momento, lo publicó como “un desahogo”. La joven comentó que después del hecho comenzó a tener ataques de pánico y que intentó hacer terapia, pero no pudo continuar porque no podía hablar de lo ocurrido en casa de Teruel.
“El hecho de reprimir tanto el tema hizo que, a lo largo del tiempo, empezara a manifestar problemas en relación a otras personas, cierta fobia social, y problemas de autoestima. Me culpaba”, explicó la denunciante.
Las causas que complican a Teruel
Teruel llegó al juicio, iniciado el lunes pasado, con dos causas. En el primer expediente está imputado por los delitos de abuso sexual con acceso carnal continuado, agravado por el daño en la salud de la víctima, en concurso ideal con corrupción de menores doblemente agravada por tratarse de menor de 13 años y por mediar engaño.
Por otra parte, en la causa acumulada está acusado, junto a Rodríguez y Farfán, por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por dos o más personas. El proceso oral y público está liderado por los jueces de la Sala III del Tribunal de Juicio de Salta, Carolina Sanguedolce, María Gabriela González y Pablo Farah.
Luego del testimonio de la víctima, declararon otras dos testigos y, finalmente, cerca de las 17, el acusado Rodríguez optó por dar su versión del hecho, se declaró inocente y se puso a llorar.
