La inseguridad es un tema de nunca acabar en Mendoza, sobre todo en este último tiempo. Además de robos, arrebatos y demás, se vienen denunciando intentos de secuestro en diferentes regiones de la provincia.
Una situación de este tipo, es la que le tocó vivir a Ariadna Santi el jueves por la tarde en Maipú.
Tal cual hace habitualmente, la joven de 20 años fue junto a una prima a llevar a su hermano a clases a la escuela Ozamis, ubicada en calle San Martín de Maipú.
Cerca de las 13:30, y en momentos que circulaba con su familiar por calle 5 de Abril, “nos empezó a seguir un automóvil Dogde de color rojo, que traía escaleras de madera arriba en el techo”.
Según el relato de la mujer a este cronista, en el vehículo en cuestión iban “tres hombres y una mujer”.
Sin imaginar lo que estarían a punto de vivir, ambas jóvenes siguieron camino por un “campito que está cerca de las vías”. Acto seguido, Santi asegura que “nos empiezan a llamar, abren las puertas y nos empiezan a sacar fotos”.
En shock por lo que estaban viviendo a plena luz del día, “le digo a mi prima que nos quedemos quietas”.
La historia no terminó ahí, ya que a los pocos segundos, los presuntos captores comenzaron a correr “atrás de nosotras como para manotearnos”.
“Nosotras salimos corriendo e íbamos gritando y pidiendo ayuda. Había gente en la calle y nadie nos ayudó”, agregó la mujer.
En su intento por dejar atrás a los sujetos, las jóvenes lograron meterse y pedir ayuda en el Hospital Regional Diego Paroissien.
Al momento de dirigirse al efectivo que se encontraba de guardia y comentarle la situación, “me dicen que el policía estaba almorzando”.
Pese a que al momento del contacto con News Online, habían pasado algunas horas, la mujer se mostró con cierta molestia: “La gente no nos ayudó, el policía estaba almorzando y tampoco nos dio su ayuda”.
Con los individuos en las inmediaciones del nosocomio, Ariadna y su prima siguieron con su escape, hasta que finalmente lograron perderlos en inmediaciones del barrio Chacabuco.
Una vez que llegó a su casa y pudo respirar tranquila, se hicieron presentes en su domicilio efectivos policiales de la Comisaría 29°.
Según Santi, los investigadores le indicaron que “como estos sujetos me sacaron fotos, no puedo ni siquiera salir a comprar”.
“Estoy molesta porque no puedo llevar ni a mi hijo al jardín”, expresó la indignada joven.
Sobre el cierre de la charla, sostuvo: “Jamás nos había pasado algo así. Nunca nos esperamos que nos fuera a suceder esto”.
En las próximas horas, la joven radicará la denuncia correspondiente en la Comisaría 10°, tal cual le manifestaron los agentes de la seccional 29°.