Un paquete sospechoso fue encontrado horas atrás sobre el acceso al garaje de la casa del juez federal Jorge Gorini, uno de los magistrados que participan del juicio a la vicepresidenta Cristina Kirchner en la causa conocida como Obra Pública. Finalmente, fue una falsa alarma, ya que solamente se trataba de mandarinas.
Fuentes policiales indicaron hubo una denuncia al 911 por la presencia de un elemento cilíndrico embalado con cinta sobre el acceso a la cochera de la vivienda de Gorini, ubicada sobre la calle Llavallol al 2400, en el barrio porteño de Villa del Parque.
El juez advirtió la presencia del artefacto que estaba entre la reja y el ingreso al garaje, o sea del lado interno de la vivienda. Pensó que era una botella pero luego la observó con detenimiento y dudó de que se trataba, por eso el llamado a la Policía.
Personal de la comisaría vecinal 11 A arribó al lugar y constató la presencia del paquete sospechoso, además de entrevistarse con el personal de la custodia del magistrado.
Enseguida, los uniformados armaron un cordón de seguridad y dieron aviso al Escuadrón Antibombas de la fuerza porteña que ya trabaja en el lugar.
Los efectivos hicieron una detonación controlada del paquete y surgió que dentro del mismo había mandarinas.
Los jueces a cargo del juicio que se lleva a cabo en el Tribunal Oral Federal número 2 por presuntas irregularidades en la obra pública de Santa Cruz son Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso, mientras que los fiscales son Diego Luciani y Sergio Mola.
Por estos días, el Tribunal está llevando a cabo el juicio donde se escuchan a las defensas de los implicados, y resta que la próxima semana lo haga la Vicepresidenta Cristina Kirchner a través de su abogado Carlos Beraldi.