El restablecimiento de la ayuda de Estados Unidos a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) refleja la necesidad de la Casa Blanca de volver a convertirse en un árbitro relativamente imparcial entre palestinos e israelíes, más allá de su histórica alianza con Israel, su principal socio en Medio Oriente.
A esta decisión se suma, además, la promesa del Gobierno del presidente demócrata, Joe Biden, de impulsar nuevamente la solución de los “dos Estados”, fórmula diplomática abandonada por el republicano Donald Trump.
La noticia, conocida el miércoles, fue bien recibida por la ANP, pues la Casa Blanca era el más grande aportante de la Agencia de la ONU para los Refugiados palestinos (Unrwa), hasta que Trump les recortó más de 200 millones de dólares a fines de agosto de 2018.
No hay duda de que los fondos aliviarán la frágil economía palestina, respaldada mayoritariamente por donantes internacionales.
El Gobierno de Biden enviará 235 millones de dólares a la ANP, de los cuales dos tercios irán para Unrwa, organismo que sufrió una crisis financiera desde que perdió 360 millones de dólares que anteriormente mandaba la Casa Blanca, según informes de la BBC.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, comentó que EEUU “está comprometido en promover la prosperidad, seguridad y libertad, tanto de israelíes como de palestinos, de manera tangible en el término inmediato, lo cual es importante por derecho propio, pero también como un significativo avance hacia la negociación de los ´dos Estados´”.
Los palestinos acusaban a Trump de tener una actitud parcial hacia Israel, tras presentar en enero de 2020 un plan de paz que reconocía la soberanía israelí sobre Cisjordania y el valle del río Jordán, incluida Jerusalén Este como la “capital indivisible” del Estado israelí.
En cuanto a la reanudación de la ayuda de Washington a Unrwa, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel afirmó que esa organización de la ONU, en su forma actual, “perpetua el conflicto” y no contribuye a su resolución.
El comentario fue formulado en la misma semana en la que el Gobierno israelí rechazó cooperar con la Corte Penal Internacional (CPI) para investigar supuestos crímenes de guerra cometidos en los territorios palestinos ocupados.
Unrwa fue creada para ayudar a centenares de miles de palestinos, desplazados de sus territorios tras la guerra árabe-israelí en 1948.
En la actualidad apoya a 5.7 millones de refugiados registrados en Gaza, Cisjordania, Jordania, Siria y Líbano.
Marcelo Montes, integrante del Grupo de Estudios Euroasiáticos del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), dijo a la agencia de noticias Télam que la decisión de EEUU de restaurar la ayuda a los palestinos, así como la de impulsar la solución de los dos Estados, “es bastante coherente”.
“La Casa Blanca tiene la necesidad de erigirse de nuevo en un árbitro de la cuestión relativamente imparcial, aunque ya conocemos su sociedad estratégica con Israel a lo largo del tiempo”, señaló el analista.
Montes recordó que “la mitad prácticamente de la financiación externa de EEUU está destinada a Israel. Esto no va a cambiar por más que las relaciones entre (el ex presidente Barack) Obama e Israel no hayan sido buenas, aunque fueron mejores entre (el primer ministro, Benjamin) Netenyahu y Trump”, afirmó.
El analista señaló que para Israel, después de los Acuerdos de Oslo de 1993, “no era viable un Estado palestino independiente, sino más bien tener una suerte de convivencia para ir colonizando los territorios ocupados y, ayudando al mismo tiempo, a Gaza y Cisjordania“.
Montes opinó que “todo el escenario es muy complejo y depende de la variables domésticas, porque Netanyahu tiene la posibilidad de ir a una quinta elección si no puede armar una coalición para gobernar. También se van a realizar elecciones en Palestina (18 de mayo) y en Irán (18 de junio)”.
Biden busca otra meta: que EEUU regrese al acuerdo nuclear firmado con Irán el 15 de julio de 2015 en Viena, considerado el logro más importante de la política exterior de Obama. Trump se retiró del pacto en mayo de 2018.
Por ese motivo, el miércoles el Gobierno de Biden se sumó a la conferencia sobre la reactivación del convenio con Irán en la capital austríaca, junto a representantes del Grupo 5+1, formado por Francia, China, Rusia y el Reino Unido, más Alemania.
La negociaciones para reanudar el Plan de Acción Integral Conjunto, destinado a impedir que Irán construya su primera bomba atómica, “están lejos de darse por concluidas, pero avanzan bien”, dijo el vicecanciller iraní, Abbas Araghchi, al canal de televisión Press TV.
Sin embargo, el funcionario reclamó que EEUU levante las sanciones económicas contra Teherán, para que el pacto nuclear vuelva a cumplirse.