Economistas pronosticaron este sábado que la inflación en 2021 se ubicará en torno al 40 por ciento, mientras advirtieron que en el mercado hay “muchas dudas” sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El director de Estudio Eco Go, Federico Furiase, consideró que el Gobierno intenta “usar el dólar oficial y las tarifas como semi ancla para tratar de bajar la inflación de corto plazo e intentar que el salario se recupere contra la inflación, que es la agenda política de todo año electoral”.
“El problema es que el Gobierno no tiene nafta en las reservas como para convalidar eso”, apuntó.
En declaraciones al programa Aire de Campo de Radio Rivadavia, también alertó que en el mercado hay “muchas dudas” respecto de las negociaciones con el FMI.
“El Gobierno está apelando a deslizar el tipo de cambio oficial a un ritmo menor al que lo venía haciendo”, evaluó y señaló que también trata de “bajar la inflación mientras negocian paritarias”.
Con relación a la plaza cambiaria, indicó: “Tuvimos una baja en la brecha en los últimos días que está más asociada a los pesos que necesitan varios jugadores del mercado para pagar el Impuesto a la Riqueza”.
En ese escenario, estimó que la administración de Alberto Fernández “tiene margen para llegar a octubre sin devaluar”.
Furiase también se refirió al déficit fiscal del país y analizó que “se financia con impuestos, por momentos con deuda y en el último año se financió también con emisión monetaria”.
“Ahí hay un problema crónico que requiere una contundencia política”, afirmó y criticó que “el cambio de las reglas de juego y la incertidumbre son un golpe fuerte a la decisión de invertir y producir”.
Por ello, aseguró que “la Argentina necesita crecer, generando dólares”.
“Necesitamos de corto plazo estabilizar la macroeconomía y de largo plazo un consenso político para definir un camino claro”, puntualizó.
Por su parte, el director de GRA Consultora, Gabriel Rubinstein, proyectó una inflación de entre “38 y 39 por ciento”, es decir un “equilibrio entre los deseos del Gobierno y para dónde tire la macroeconomía”.
En ese sentido, insistió: “Ni 30 por ciento, ni 50 por ciento. Alrededor de un 40”.
El economista sostuvo además que “el Gobierno quiere devaluar un 25 por ciento cuando la tendencia va a ser aumentar hacia el 40 por ciento”.
“Se puede resolver un poquito el tema de inflación, haciendo mucha presión en precios tarifas y salarios, pero le va a costar bajar la brecha”, señaló, por lo que remarcó que “hay varios equilibrios a considerar”.
En declaraciones radiales, Rubinstein aclaró que “la economía no es cuestión de ver una sola variable” y resaltó que “la producción tiene muchos límites para seguir subiendo”.
“La cosa no es poner plata en el bolsillo de la gente y estar tranquilos con eso”, manifestó el economista.
La inflación en Mendoza durante el mes de enero fue menor a la nacional