Dos efectivos de la Unidad Motorizada de Acción Rápida (UMAR), que patrullaban durante la noche del sábado por Guaymallén, difícilmente olviden la dramática situación que les tocó vivir.
Eran cerca de las 21, cuando los agentes se vieron sorprendidos por una mujer, que desesperadamente pedía auxilio en inmediaciones de calles Buenos Vecinos y Guaymaré, en Colonia Segovia.
La mujer, que entre sus brazos cargaba un niño, hizo entrega de la criatura a los uniformados que frenaron para asistirla.
El pequeño, de tan solo un año y ocho meses, estaba sufriendo una crisis respiratoria. Rápidamente, los policías comenzaron a realizarle maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), mientras recibían indicaciones radiales por profesionales de la salud.
En un determinado momento, el niño comenzó a ponerse de color morado y le bajó significativamente la temperatura corporal. Pese a eso, los efectivos continuaron con las maniobras hasta que pudieron estabilizarlo.
Poco después, una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC) llegó al lugar, y trasladó al menor y a su madre al Hospital Notti.
Una vez en el centro asistencial, el profesional de guardia le diagnosticó “apnea en estado de recuperación”, por lo que dispuso que quedara internado en observaciones.