El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, fue sentenciado este viernes a una condena simbólica de “libertad incondicional“. Esta decisión, sin pena de cárcel ni multa, marca un hecho histórico al convertirlo en el primer mandatario estadounidense condenado penalmente que asumirá la Casa Blanca.
La sentencia fue dictada por el juez Juan Merchan durante una audiencia en la que Trump participó por videoconferencia, a tan solo 10 días de su investidura, programada para el 20 de enero. Aunque no enfrentará restricciones adicionales, la condena representa un hito sin precedentes en la política estadounidense.
Tras conocer el fallo, Trump reaccionó a través de su red Truth Social, donde calificó el proceso judicial como parte de una “caza de brujas” orquestada por el Partido Demócrata. “Los demócratas radicales han perdido otra patética caza de brujas americana, después de gastar decenas de millones de dólares y pasar seis años de trabajo obsesivo”, afirmó.
La condena y su contexto generan controversia a nivel nacional, planteando interrogantes sobre la implicancia de tener un líder convicto en el cargo más alto del país. Sin embargo, Trump continúa gozando del apoyo de su base electoral, lo que lo llevó a asegurar un segundo mandato a pesar de su situación legal.
