“Siento muchísima emoción de ya finalmente poder compartir esta segunda temporada con todos”, afirma un ansioso Diego Boneta al portal Teleshow, en la víspera del estreno de la segunda serie que retrata la vida de Luis Miguel, y se espera que sea uno de los grandes éxitos del año.
Los ocho nuevos capítulos transcurren en dos líneas de tiempo: mientras el Rey Sol continua con la incesante búsqueda de su madre debe hacerse cargo de sus hermanos, aprender a lidiar con la cada vez mayor fama internacional y revincularse con su hija Michelle Salas, interpretada por la argentina Macarena Achaga.
Con más de diez años de diferencia entre las dos etapas, uno de los desafíos más importantes fue que un mismo actor lograra parecerse al ídolo en ambos momentos. “El reto más grande es estar filmando un día con él a los 20 años, con otro cuerpo, otro físico, y ese mismo día tener que cambiar a grande. Es la primera vez que me toca hacer un trabajo corporal tan intenso como este”, afirma Boneta, que invertía inicialmente seis horas para lograr su caracterización del cantante hasta que lograron reducir el tiempo a poco más de dos.
“Con Luis Miguel nos vimos una vez, entre la (temporada) uno y la dos. Pero con su gira, y yo con las producciones que me tocaban, fue un poco más difícil” cuenta el actor en esta charla exclusiva con Teleshow. Y agrega: “El tiempo que estuvimos juntos fue más que suficiente. no sentí que hacía falta más”.
—¿Qué significa en tu carrera Luis Miguel, y este personaje que se ha visto en todo el mundo?
—Es el proyecto más cercano y más entrañable para mí porque nunca he estado tan involucrado en un proyecto, sabes. Este fue el primer proyecto que empecé a producir también. Entonces, ya van más de cuatro años y medio. Ha sido toda una saga. Nadie pensó que iba a tener el éxito que tuvo. Fue algo tan increíble ver la respuesta en todas partes, sobre todo en Argentina; por cierto, muchísimas gracias por todo su cariño y todo su apoyo, que ha sido fuera de serie. Y para mí, pues sí, es un proyecto muy especial. Demandó, en todos los sentidos. Vocalmente, cantando todas las canciones; actoralmente, y como productor también. Ha sido la mejor experiencia de mi vida.
—Te has vuelto uno de los hombres más codiciado en el mundo, más que el propio Luis Miguel. Cuando dije que iba a hablar con vos, hombres y mujeres estaban enloquecidos. ¿Qué se siente eso? ¿Cómo se vive?
—(Risas) Algo que me encanta es que a raíz de la serie muchos hombres llegan conmigo y me dicen: “Oye, ¿me puedo sacar una foto?”, o “Buen trabajo”. Y era algo que no me pasaba antes. Yo creo que viene como del fenómeno de quién es Luis Miguel, es de esos pocos cantantes con el que los hombres son más felices de ir al show que hasta las propias mujeres, sabes. Y me encanta eso porque antes pues mi público era más mujeres. Y a raíz de la serie pues eso ha cambiado, y es de las cosas que más me gustan.
—¿Da miedo quedar estereotipado en un personaje tan fuerte?
—Sí, sí. Pero es un miedo que no puedes tener a la hora de hacer la serie, ¿entiendes? Aquí, cuando estaba yo filmando era: “A ver, quiero convertirme en él…”. Tengo que convertirme en él porque esto no es una imitación.
—¿Hay una tercera temporada?
—Pues mira, yo creo que mucho depende de qué tal le vaya a la segunda temporada y de la respuesta que tenga. Yo feliz pues de que sí. Porque te digo que es un proyecto que nos ha dado tanto y ha sido tan lindo que yo he disfrutado inmensamente.
—¡Felicitaciones! Y qué bueno que puedan estrenar en un momento tan difícil del mundo.
—Gracias. Y pues ojalá que esto aporte tantito para que ayude con todas estas locuras que están pasando. Un saludo muy cariñoso para Argentina, que extraño enormemente. La verdad es que adoro a todos por acá. Y espero poder ir pronto.