Este lunes 17 de mayo se celebra el Día Internacional de Internet, cuyo acceso es considerado por la ONU un derecho humano desde 2016. Sin embargo, una importante porción de la población mendocina no lo tiene garantizado. Y el 37% de los hogares de la provincia que sí cuentan con el servicio, se alimentan mayormente con una conexión de bajísima calidad.
Así lo revela el último informe del Centro de Investigación Social de Mendoza (CISME) denominado “La desconexión digital de Mendoza”, que analiza la situación estructural local durante el último trimestre de 2020 y la compara con otras provincias mejor posicionadas.
El documento resalta que en el periodo evaluado cayeron más de cinco puntos (5,5%) los accesos fijos a internet en relación con el mismo segmento de 2019. Si se toma en cuenta el contexto de pandemia que se atraviesa, donde la necesidad de conectividad es mayor, se infiere que el dato no se vincula a una disminución de la demanda, sino a cuestiones económicas: a la ciudadanía mendocina se le hace cada vez más difícil garantizar el pago de los servicios públicos.
El mayor descenso se advierte en las organizaciones públicas y privadas, sector en el cual los accesos decrecieron 8,40%, por lo que el gasto se trasladó a los trabajadores que cumplieron sus funciones en la modalidad de teletrabajo. El razonamiento adquiere sentido en cuanto al registro de un incremento porcentual de 1,6% de las conexiones residenciales.
En cuanto a la penetración de internet fijo en los hogares, el índice en Mendoza se mantiene como uno de los menores a nivel país. Con un 37 %, se ubica por debajo de jurisdicciones como San Luis (80 %), Córdoba (75 %), Buenos Aires (68 %), Neuquén (65 %) o La Rioja (50 %), que a diferencia de nuestra provincia, presentaron mejores guarismos que hace un año atrás.
Por otra parte, el estudio del CISME refleja que el 77% de las conexiones a Internet en Mendoza se realizan con tecnologías de menor calidad (ADSL o cable módem). El 23% restante representa accesos cualitativamente superiores como el Wirelees, la fibra óptica o satelital.
Asimismo, la provincia concentra 68% de las conexiones fijas en uno de los intervalos de velocidad más bajos posibles: entre +1 Mbps – 6 Mbps. El 26% supera el rango de los 10 Mbps. En contraste se presenta el escenario en San Luis, donde siete de cada diez ciudadanos cuentan con una velocidad superior a los 10 megas (entre 20 y 30 es el común denominador), y sólo el 10% se ubica en el segmento de menor calidad.