Desde el rubro de la carne aseguran que “se está trabajando sin ningún tipo de utilidad”

José Rizzo, presidente de la Cámara de Abastecedores y Matarifes de Mendoza, fue entrevistado esta mañana por Radio News.

Según un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y derivados de la República Argentina (CICCRA), la faena “fue 4,9% inferior a la faena de marzo y 18,5% menor a la de abril de 2020”. En tal contexto, el consumo per cápita “fue el menor de los últimos 100 años”.

Para entender por qué sucede esto, Christian Sanz y Claudia Durán entrevistaron a José Rizzo, presidente de la Cámara de Abastecedores y Matarifes de Mendoza, mediante el programa que conducen en Radio News.

“Para la industria local y para las cadenas de carnicería es preocupante. Menos kilos (vendidos se traducen en) mayores gastos y las consecuencias es como en todo negocio: se va bajando la venta y uno tiene que hacer ajustes hasta que llegue un momento en que esas carnicerías van a cerrar”, comenzó explicando el especialista.

Teniendo en cuenta que el estudio de CICCRA hace hincapié en la caída de la faena, se le consultó que es esta, a lo que respondió que son “los animales que se matan para el consumo interno en la Argentina, ya sea a nivel nacional o provincial, porque la exportación funciona normalmente, por China que demanda mucho, pero en un tipo de animal que no consumimos. Eso hace traccionar muy bien la industria, pero al nivel interno estamos reduciendo cada vez más la venta por el alza de los precios”.

Respecto del programa de precios populares para la carne que se renueva y el control de precios, destacó que “hay que dividirlo en dos partes, los acuerdos populares me parecen bien pero el punto es qué carne va a comprar y en qué condiciones: en el rendimiento, si tiene grasa, mucho hueso. En Mendoza los que participamos en la cámara traemos un tipo de carne que no tiene nada que ver con la que se vende en precios cuidados”.

“Tiene una diferencia en calidad y eso va a depender mucho de lo que coloquen en las góndolas y que salga buena o salga mala, que sea gorda, que no sea dura y está marcada la diferencia con el animal que es bueno”, añadió Rizzo.

“El tipo de animal que se maneja para la exportación es un animal grande, grasoso. Uno por ahí consigue un azúcar más barato y uno más caro, pero el más barato seguro no rinde lo mismo y acá pasa lo mismo”, ejemplificó y consideró que “ahí tendrá que evaluar la gente el rendimiento y sobre todo si va a servir para bife, milanesa, si la va a poder comer o no”.

“O sea, ¿usted no consumiría esa carne?”, se le preguntó, a lo que respondió: “No, yo no puedo decir eso, yo estoy del otro lado de la vereda, entonces no quiero hablar mal o bien porque no lo conozco. Conozco la mercadería pero no sé si está funcionando en supermercados e híper”.

“La gente dice que la carne aumenta más que la inflación”, se le indicó: “Este último año aumentó el 70% a pesar de que la inflación fue de 50%. El precio de la carne se maneja por la oferta y la demanda. La oferta que hay es limitada”, contestó.

“El maíz estaba en 7 mil/8 mil pesos la tonelada y hoy está en 23 mil pesos la tonelada y es fundamental ese maíz para engordar un animal, entonces el productor a la hora de colocar un ternero para engordarlo y ve que cuando lo venda va a perder plata, lo que hace es vender el maíz para la exportación”, agregó.

Sobre el hecho de que en otros rubros se resigna ganancias para no perder ventas, comentó que “lo estamos haciendo. Los precios que tenemos en Mendoza están más barato a pesar de tener el costo del flete. Estamos en un límite de que se está poniendo en riesgo toda la parte comercial, porque prácticamente se está trabajando sin obtener ningún tipo de utilidad. El sacrificio lo estamos haciendo porque estamos todos desesperados por la venta”, finalizó.

Aseguran que la carne «tendría que estar, por lo menos, un 10% más arriba»

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