La semana pasada se conoció el índice de pobreza difundido por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) que arrojó un resultado del 42%.
En ese sentido, Christian Sanz y Claudia Durán, mediante el programa que conducen en Radio News, entrevistaron a Adrián Bonada, referente de Barrios de Pie en Mendoza.
“Muchas veces lo que pasa en nuestro país con estas cifras es que se ponen en agenda en un momento que nos impacta pero como una herida que uno se acostumbra. Cuando pasa el tiempo se adormece y no le duele más y le vuelve a doler cuando se destapa”, empezó explicando Bonada.
En ese contexto, señaló que “lo que tenemos que tener en cuenta es que esto no es un fenómeno nuevo en nuestro país, los último treinta años un tercio de la población estuvo bajo la línea de pobreza y este número va fluctuando dependiendo de las circunstancias, ya sea crisis económicas o crisis sanitarias. En Argentina se da que muchas personas que estaban en clase media que se cayeron de la pirámide social por debajo de la línea de pobreza y esa gente que nos ayudaba en nuestros centros alimentarios, nos encontramos que el año pasado esa gente nos vino a pedir alimento”.
Al ser consultado sobre cómo puede explicar la pobreza estructural de la que hablan los economistas, contestó que “algo de real hay en lo que dicen, desde los números más fríos en nuestro país hay un tercio de la población que se ha cristalizado en la situación de pobreza, es muy difícil mover esa base, pero la realidad también que tenemos es que la pobreza no se mide solamente con los ingresos, hay una visión de por lo menos los últimos 20 años de la política pública y social argentina que la solución de la pobreza es la transferencia de ingresos, entonces nos encontramos con un fenómeno que es que en los últimos 20 años todos los años la inversión de política social ha crecido pero también la pobreza, porque la pobreza es un problema que tiene múltiples dimensiones y tiene que ver con cuestiones de hábitos, acceso a servicios, calidad educativa, hasta un aspecto de carácter anímico. En los barrios pobres la verdad que está el fenómeno de las depresiones, la ansiedad, el ataque de pánico, cuestiones que tienen que ver más con lo psicológico”.
“En los sectores medios que tienen la posibilidad de tal vez de acceder a poder tratarse ese tipo de patología es más normal. Imaginemos una jefa de hogar que tiene siete hijos y no tiene para darle de comer a esos hijos y tiene un ataque de depresión, es algo totalmente secundario, no se aborda y eso sucede porque parte de la pobreza estructural en definitiva es naturalizar esas condiciones de necesidad como si fueran las normales”, añadió.
Asimismo, Bonada destacó que “muchas veces la sensación que da es que cada vez que surgen estas cifras de pobreza es un llamado de atención a toda la dirigencia y sobre todo a la dirigencia política, porque que tengamos cifras tan catastróficas como que 6 de cada 10 menores de 17 años son pobres en nuestro país nos esta hablando del futuro que vamos a tener en Argentina y nosotros hacemos un índice de todas las personas que se acercan a pedirnos asistencia alimentaria y uno de los datos más tristes es que el 75% de los que vienen a pedir ayuda alimentaria son menores de 30 años”.
Por tanto, consideró que “es triste mirar para atrás y decir ‘che, los últimos treinta años solamente se ha empobrecido’. Todas las personas que nacieron de treinta años para acá la mayoría son pobres. Es decir, entre más joven más pobre. La pobreza es uno de los temas centrales pero al otro día discutimos cuestiones que no son el centro de los problemas, volvernos a la grieta, a la discusión, que se echan la culpa. El tema es que mientras se echan la culpa todos los días hay cientos de miles de pobres nuevos”.
La mitad de los salarios están por debajo de la línea de pobreza
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