Si las pantallas que superan las 80 pulgadas no te resultan lo suficientemente grandes, un fabricante tiene una respuesta para tu excéntrico reclamo: un televisor con 325 pulgadas. El gigantesco dispositivo fue anunciado por LG y se inscribe en la línea Extreme Direct View LED, destinada para los habitantes de hogares con muchos metros cuadrados y de una billetera abultada.
Para llevarse a casa esa voluminosa pantalla habrá que pagar 30.000 dólares, que equivale, por ejemplo, a unos 30 smartphones de alta gama y a cerca de un tercio del precio de un Tesla Model S modelo 2021. Esa misma línea del fabricante surcoreano incluye una variante de 81 pulgadas que comparada con su compañero de serie parece diminuta.
Tal como cuentan en Engadget, habrá que optar por una proporcional de 16:9 para ir de extremo a extremo, pero también es posible seleccionar 32:9 para ver múltiples fuentes de video al mismo tiempo. El televisor puede configurarse para que despliegue los encantos de la resolución 8K (en caso de disponer de contenido compatible), también en 4K o 2K. En el apartado de software encontramos el sistema WebOS, que abre paso a la inteligencia de este monumental equipo.
