A continuación, más de veinte frases destacadas de la entrevista exclusiva que el Papa Francisco concedió a la agencia Télam.
Pandemia:
“El solo hecho de que África no tenga las vacunas o tenga las mínimas dosis quiere decir que la salvación de la enfermedad fue dosificada por otros intereses”.
Crisis global:
“El conflicto es algo cerrado, busca la solución dentro de sí y se destruye a sí mismo. La crisis es necesariamente abierta, te hace crecer. Una de las cosas más serias en la vida es saber vivir una crisis, no con amargura”.
“De la crisis no se sale solo, se sale arriesgando y tomando la mano del otro. Ahí está lo social de la crisis, esta es una crisis de civilización”.
Emergencia ambiental:
“Dios perdona siempre, los hombres perdonamos de vez en cuando pero la naturaleza no perdona nunca. Se la cobra”.
“Estamos ante una crisis viral, pero también una crisis mundial en nuestra relación con el universo”.
“Estamos abofeteando a la naturaleza. Y la naturaleza se la va a cobrar, se la está cobrando”.
“Hay una expresión de los aborígenes del Amazonas que me encanta: el ‘vivir bien’. Ellos tienen la filosofía del vivir bien, que no tiene nada que ver con nuestro porteño ‘pasarla bien’ ni con la ‘dolce vita’ italiana. Se trata de vivir en armonía con la naturaleza”.
Jóvenes:
“Los necesitamos porque son ellos los que tienen que plantear la salvación a las políticas universales”.
“Les digo a los jóvenes que no es solo la protesta, también deben buscar la manera de hacerse cargo de los procesos que nos ayuden a sobrevivir”.
Diálogo intergeneracional:
“Los jóvenes necesitan dialogar con sus raíces y los viejos necesitan darse cuenta que dejan herencia. El joven cuando se encuentra con el abuelo o abuela recibe savia, recibe cosas y se las lleva adelante”.
Males de la época:
“Hay gente que se lamenta continuamente de los males de la época. Pero hay algo que ayuda mucho contra este narcicismo, desánimo y pesimismo, que es el sentido del humor”.
Guerras:
“En la guerra no se baila el minué, se mata, y hay toda una estructura de venta de armas que lo favorece”.
“Creo que llegó el momento de repensar el concepto de ‘guerra justa’. Puede haber una guerra justa, hay derecho a defenderse, pero como se usa hoy día ese concepto hay que repensarlo”.
“Después de la Segunda Guerra Mundial hubo mucha esperanza en las Naciones Unidas. No quiero ofender pero en este punto no tiene poder para imponerse. Para parar una guerra, para resolver una situación de conflicto como la que estamos viviendo hoy en Europea, no tiene poder”.
“En este momento hace falta valentía y creatividad. Sin estas dos cosas, no vamos a tener instituciones internacionales que puedan ayudarnos a superar conflictos tan graves”.
Papado y cambios con la Iglesia:
“Las cosas que hice no las inventé ni las soñé después de una noche de indigestión. Recogí todo lo que los cardenales habíamos dicho, en las reuniones pre-cónclave, que debía hacer el próximo Papa”.
“La Iglesia latinoamericana es una Iglesia popular, en el sentido real de la palabra, una Iglesia del pueblo de Dios”.
“La Iglesia latinoamericana tuvo conatos de ideologización, como el instrumento de análisis marxista de la realidad para la Teología de la Liberación. Fue una instrumentalización ideológica de la iglesia popular latinoamericana.”
“Me gusta hacer una distinción entre pastores de pueblo y clérigos de Estado”.
“A veces los curas tenemos la tentación de noviar demasiado con los poderes y ese no es el camino”.
Periferia:
“La periferia nos hace entender el centro. Si vos querés saber lo que siente un pueblo, andá a la periferia. Las periferias existenciales, no sólo las sociales. Andá a los viejos jubilados, a los chicos, andá a los barrios, a las fábricas, a las universidades, donde se juega el día a día”.
Manipulación mediática:
“Con la guerra hubo toda una disputa por una declaración que hice en una revista jesuita: dije ‘aquí no hay buenos ni malos’ y expliqué por qué. Pero se tomó esa frase sola y dijeron: ‘¡El Papa no condena a Putin!’.”
Biografía personal:
“En mi vida tuve períodos rígidos, en que exigía demasiado. Después me di cuenta que por ese camino no se va, que hay que saber conducir”.
“Hay una canción napolitana muy hermosa que describe lo que es un padre napolitano. Y dice ‘el padre espera lo que te pasa a vos, pero se hace el que no sabe’. Ese saber esperar a los demás propio de un padre”.