La historia de Lionel Messi, quien estuvo a un paso de fichar por River Plate, es tan fascinante como la anécdota de la famosa servilleta en la que firmó su primer contrato con el Barcelona.
Sin embargo, esta posibilidad, que pudo cambiar el curso de su carrera y de la historia del fútbol argentino, se desmoronó por varios motivos. Recientemente, salió a la luz un detalle inédito que sumó aún más obstáculos a esa frustrada negociación, convirtiéndose en uno de los grandes arrepentimientos de los dirigentes millonarios.
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Cuando Messi, quien en ese momento jugaba en las divisiones inferiores de Newell’s Old Boys, viajó a Buenos Aires, lo hizo acompañado de algunos amigos con el objetivo de probarse en River Plate.
Según contó el propio Messi en una entrevista con Fox Sports en 2019, jugó aproximadamente entre 15 y 20 minutos en su primera prueba, pero sintió que no le daban muchas oportunidades. “Era un partido lleno de pibes, y me dijeron ‘volvé al otro día con tu categoría’”, explicó.
Al día siguiente, el joven rosarino mostró su calidad en el campo, anotando varios goles, lo que despertó el interés inmediato de los empleados de River. Las puertas del club de Núñez estaban abiertas, y todo indicaba que el fichaje era inminente.
“Traé el pase y hacemos todo. Nosotros te vamos a ayudar, nos vamos a hacer cargo del tratamiento”, le prometieron, haciendo referencia al costoso tratamiento médico que Messi necesitaba para tratar su problema de crecimiento, un gasto que Newell’s no estaba en condiciones de cubrir.
El entrenador encargado de esa prueba, Eduardo Abrahamian, quien en ese entonces trabajaba con las divisiones juveniles de River, relató cómo descubrió el talento de Messi.
“Me lo trajeron con un compañero que también estaba en Newell’s. Hago la prueba un martes. Primero puse al otro chico, de apellido Giménez. En el segundo tiempo lo puse a Lionel. Me sorprendió por su poca edad y los movimientos que tenía con la pelota, hizo cosas muy buenas. Debía tener 12 años en ese momento”, recordó Abrahamian en una entrevista con Radio La Red.
Al otro día, Messi volvió a destacarse en una práctica de fútbol formal. “Lo puse directamente a jugar. Al tercer día, le hicimos una prueba más exigente, jugando con una categoría mayor, y volvió a descoserla. Ahí pensé: ‘Este chico de River no se va’”, relató el exentrenador.
Con la decisión tomada y el acuerdo casi cerrado, Messi estaba listo para firmar la ficha que lo convertiría en jugador de River. Pero algo inesperado sucedió en el día clave. Aunque el pequeño Lionel y su padre, Jorge Messi, acudieron a la oficina para realizar los trámites, hubo un detalle que truncó todo.
“Fui con el papá y él a la oficina para hacerle la ficha, pero faltaba la madre. Él y el papá firmaron, pero la mamá (Celia) nunca vino”, reveló Abrahamian.