Juan Pablo Román, el joven de 21 años que se hizo famoso meses atrás por llevarle churros a Lionel Messi y a su familia, recibió una grata noticia que le cambiará por completo la vida.
El pasado 19 de junio, le tocó llevarle churros al campeón del mundo a su casa de Funes. A partir de allí, su vida trascendió y el deseo del cadete se hizo tan público que ahora se hará realidad: este domingo probará suerte con el plantel de Godoy Cruz.
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A los 7 años de edad, empezó a jugar al fútbol infantil en el complejo Malvinas de Newell’s Old Boys, y luego otra mudanza lo llevó a Funes donde siguió su pasión por la pelota en Defensores.
Pero el 25 de marzo de 2017, y a sus 14 años, un auto arrolló a Juan Pablo cuando cruzaba la ruta 9 a la altura de la Garita 1. Tenía todo listo para ir a los pocos días a probar suerte al Levante, pero eso no pudo ser. “Tenía pocas chances de sobrevivir, me había fracturado y me detectaron un coágulo en la cabeza. Me daban años de recuperación, pero a los 15 días salí del hospital. Los médicos me dijeron que fue un milagro“, recordó.
El paso del tiempo no lo desanimó. El 19 de junio de este año, el comentado día en que siendo cadete del reparto de La Churrería de Funes descubrió que un pedido a su cargo era para la familia Messi que estaba en su casa del barrio privado Kentucky.
Ante la enorme repercusión que tuvo, el programa radial Perros de la Calle que conduce Andy Kustnezoff lo conectó con referentes del plantel de Godoy Cruz para poder cumplir su sueño.
“Andy preguntó si me podían hacer una prueba y, al poco tiempo, se comunicaron conmigo. Me dieron un plazo y ahora tengo una fecha: este domingo en Mendoza, creo que en reserva o en cuarta“, comentó.