De finales de 2017 a 2021, Argentina sumó 7.700.000 personas que cayeron en la pobreza, de los cuales 2,4 millones pasaron directamente a ser indigentes.
Este miércoles, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) revelará la cifra actual de la pobreza, que estiman que ya alcanzó a 19 millones de personas a finales del año pasado.
Sobre finales de 2017, habían 11.300.000 pobres, es decir, el 25,7% de la población. Y desde aquel entonces, según las mediciones semestrales que realiza el Indec, no se detuvo hasta alcanzar el 40,9% durante el primer semestre de 2020, 18,5 millones de personas.
Este miércoles se dará a conocer la cifra de la segunda mitad del año pasado, que los especialistas le confiaron a Clarín, que rondará entre el 40 y el 42 %.
En la zona del conurbano bonaerense, en tres años, la pobreza pasó de 3,5 millones a 6 millones de personas, Y la pobreza de chicas y chicos menores de 14 años, de 4,3 millones a más de 6 millones.
Todas las cifras apuntan a la pobreza proyectada en todo el país por carencia o falta de ingresos con relación a una línea de pobreza o canasta básica familiar (matrimonio y 2 hijos) que durante el último mes febrero fue valuada por el INDEC en $ 57.997,48, y que a marzo rondará los $ 60.000.
Con ingresos familiares menores a ese valor, están la mayoría de los asalariados y cuentapropistas no registrados y también buena parte de los asalariados formales o registrados ante la Seguridad Social, que tuvieron en tan solo 3 años desplomes del salario real del orden del 15 al 25%. El mismo retroceso de ingresos sufrieron los jubilados y pensionados.
En tanto, si en lugar de los ingresos de las personas o familias, se analiza la gente que vive en forma precaria, en hacinamiento, con problemas de asistencia escolar, precariedad en el empleo o en el acceso a la salud, la pobreza alcanzó al 47% de la población, o sea a 21 millones de personas.
Los más afectados son los menores, ya que el 55% de quienes tienen menos de 18 años en la Argentina viven en esa condición.
Estos datos son oficiales y corresponden al primer semestre de 2020, del Sistema de Información, Evaluación y Monitoreo de Programas Sociales (SIEMPRO) un organismo que depende de la Presidencia de la Nación. Se trata de la medición de Pobreza Mutidimensional, que complementa la medición tradicional de pobreza por ingresos del organismo liderado por Marco Lavagna.
Antes de la llegada de la pandemia, en 2 años, la pobreza aumentó del 25,7% (11,3 millones) en 2018 al 35,5% (16 millones) en 2019 y en 2020 habría acumulado otros 3 millones.
De todas las cifras oficiales se desprende que si tan solo unos años atrás la Argentina contaba con una pobreza estructural medida por ingresos del 25% difícil de perforar, ahora llegó al 40%.
Pero con otra diferencia no menor: hay que incorporar un aumento del desempleo, que pasó del 7 al 11% de la población activa, y una gran cantidad de gente asistida por el Estado, como por ejemplo, los 2,3 millones de padres o madres que perciben la Asignación Universal por Hijo, y también 4,4 millones de chicos, chicas y adolescentes menores de 18 años, que reciben la tarjeta alimentar, o planes sociales.
