¿Cuánto cuestan las vacunas que compró el Gobierno de Alberto Fernández?

Desde el sector farmacéutico dieron a conocer el precio de cada una de las dosis de sus vacunas experimentales.

Las farmacéuticas más grandes del mundo ya consiguieron resultados en la fase tres del estudio de su vacuna experimental contra el COVID-19. Aunque desarrollar una vacuna es un proceso que podría tomar de 20 meses a cinco años, las compañías incrementaron sus esfuerzos para probar la efectividad y seguridad de la vacuna antes del 31 de diciembre. En este contexto, las vacunas de Pfizer, Moderna y Sputnik V mostraron el mayor porcentaje de efectividad. Dos de estas tres ya fueron compradas por el gobierno argentino. Ya se sabe el precio de cada una y cuándo llegarán a la Argentina.

Ya se conoció que Argentina compró 22 millones de dosis de la vacuna de la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca. Dicha dosis utiliza el adenovirus modificado genéticamente de chimpancés. Será en dos partes su colocación y es una inyección de tipo intramuscular.

En nuestro país, la firma AstraZeneca y la empresa de biotecnología mAbxience del Grupo Insud, comentaron sobre un acuerdo, cuyo objetivo es la transferencia de tecnología para la producción de dosis de la sustancia activa de la vacuna, informó el sitio Info Technology.

El mismo portal, estimó que cada vacuna costaría entre US$ 3 y US$ 4, y comenzarán a suministrarse en el primer semestre de 2021.

El financiamiento de la producción de la vacuna de AstraZeneca y Oxford en el país será llevado a cabo por la Fundación Slim. Durante el mes de agosto, Alberto Fernández anunció que Argentina y México producirán la vacuna contra el coronavirus, aún en fase experimental, que desarrollan los investigadores de la Universidad de Oxford. La distribución en la Argentina será destinada a los países de América latina. Al ser fabricada en nuestro país, el transporte es sencillo y se achican los costos.

Desde el Gobierno argentino anunciaron la compra de 25 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V. En el anuncio oficial, Fernández adelantó que “si todo sale bien” comenzará a aplicarse “a partir de finales de diciembre”, y costaría alrededor de US$ 19,95.

La vacuna rusa utiliza dos adenovirus humanos como vectores, uno diferente en cada dosis. Entre cada dosis, se deberá esperar un periodo de 21 días. Al igual que la vacuna de Oxford, la inyección es intramuscular. Fue creada de forma artificial, sin ningún elemento del coronavirus en su composición. La vacuna se presenta en forma liofilizada, como un polvo que se mezcla con un excipiente para disolverlo y luego administrar por vía intramuscular.

La Sputnik V fue desarrollada por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya y el Fondo Ruso de Inversión Directa (RFPI). Según el ministro de Salud ruso, Mijaíl Murashko, la dosis se basa en una plataforma ya utilizada para otras seis vacunas.

El Ministerio de Salud de Rusia anunció que la vacuna podría garantizar la inmunidad al COVID-19 por un tiempo de hasta dos años.

Al anunciar el registro de la vacuna el pasado 11 de agosto, Putin explicó que la vacunación de la población deberá realizarse exclusivamente de forma voluntaria. La vacuna dio por comenzada la fase tres recientemente. Hasta el momento se reclutaron 40.000 voluntarios en Rusia para probar la seguridad y eficacia de la misma. Los ensayos se extenderán a Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Filipinas, y probablemente Brasil e India.

El infectólogo argentino Eduardo López, integrante del equipo de médicos asesor de Presidencia, sostuvo que la vacuna Sputnik V obtuvo buenos resultados en la fase 1 y 2. De todos modos, espera “disponer de mayor evidencia científica”. “Han avanzado en un estudio de magnitud en fase 3 con individuos sanos. En Rusia ya comenzó y hay que ver los resultados, que yo no los conozco, en cuanto a seguridad y eficacia”, sostuvo.

Según la comunidad científica internacional, Rusia debe llevar a cabo ensayos a gran escala para probar la seguridad y eficacia de la vacuna antes de distribuir la vacuna.

Sobre el cierre de la conferencia de prensa, el presidente Alberto Fernández anticipó que comprarían 3 millones de dosis de la vacuna de Pfizer, pero que al país llegarían 750.000 dosis antes de fin de año. La vacuna de Pfizer costará US$ 19.

Serán dos dosis, las que serán aplicadas vía intramuscular. Entre cada colocación habrán 28 días de diferencia.

El laboratorio alemán BioNTech -socio de Pfizer en esta investigación- desarrolló la vacuna con una tecnología nunca aprobada para su uso en seres humanos. La vacuna utiliza ARN mensajero. Esta vacuna utiliza el código genético de una proteína espiga. Al ingresar al organismo, las células reproducen la proteína y en consecuencia el sistema inmunológico se activa. La vacuna de Pfizer es innovadora ya que recoge el material genético ARN y lo inyecta en células musculares.

Las vacunas deberán mantenerse congeladas, lo que implicará un desafío logístico para su distribución. Requiere una conservación de menos 80 grados. Frente al desafío, Pfizer elaboró un freezer especial para transportar la vacuna. El refrigerador tiene sensores térmicos y GPS.

Según la compañía, no tuvieron problemas graves de seguridad. Los expertos esperan que los resultados se mantengan y comparan el nivel de protección de la vacuna de Pfizer con las vacunas para enfermedades como el sarampión.

La candidata mRNA-1273 de Moderna codifica la proteína de pico de SARS-CoV-2, de prefusión estabilizada. Utiliza ARN mensajero sintético (ARNm) que se administra a través de una nanopartícula lipídica para imitar la superficie del coronavirus y enseñar al sistema inmune a reconocerlo y neutralizarlo. Costará entre US$ 25 y US$ 50.

La farmacéutica Moderna anunció hace días que la vacuna tiene una eficacia del 94,5%, superando en eficacia a la vacuna de Pfizer. El reporte fue publicado tras detectarse 90 infecciones entre 95 voluntarios participantes de los ensayos: sólo cinco de los contagiados habían recibido la fórmula real y no se contagiaron.

En estos momentos, la logística es clave para la distribución mundial. La distribución de esta vacuna es más sencilla que la de Pfizer: necesita -20 grados y las dosis aguantan hasta 30 días en un refrigerador. Moderna detalló que una vez descongeladas, sus dosis pueden durar más tiempo en un refrigerador de lo que se pensaba inicialmente, hasta 30 días, lo que facilitaría notablemente la logística de distribución.

Estados Unidos financió a la vacuna con más de US$ 1.000 millones. La farmacéutica Moderna prometió 20.000.000 de dosis antes que termine el año al gobierno de los EE.UU. Japón, Canadá, los países de la Unión Europea y Suiza están en la lista de espera y podrían obtener hasta 160.000.000 de dosis.

Hasta el momento, no se sabe si el Gobierno comprará la vacuna de Moderna y si llegará a la Argentina.

 

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