El fiscal Gustavo Pirrello decidió dejar aprehendida a la policía Claudia Pérez y ordenó en las últimas horas liberar a la expareja y padre de los hijos de la mujer asesinada y a su novio actual.
Los investigadores encontraron amenazas por teléfono por parte de la sospechosa hacia la víctima en los resultados preliminares de las pericias. Otra de las pruebas determinantes para la decisión judicial fue el barrido electrónico en busca de deflagración de pólvora en sus manos, que dio positivo en una primera prueba.
Según las fuentes, las mujeres mantenían fuertes diferencias que incluso provocaron denuncias cruzadas y una prohibición de acercamiento de Pérez hacia Angulo.
“Angulo recibía amenazas por WhatsApp de la expareja de su actual novio”, confirmó el fiscal de Homicidios, Gustavo Pirrello.
Estos y otros elementos llevaron al fiscal a liberar a los dos hombres aprehendidos durante la jornada de ayer y dejar bajo custodia a la policía Pérez como principal sospechosa del crimen, ya que en las próximas horas deberá definir su situación procesal y la posible imputación formal.
Por otro lado, el titular de la Inspección General de Seguridad de la provincia, Marcelo Puertas, quien lleva adelante una investigación administrativa sobre el hecho y los posibles responsables que por algún motivo posibilitaron consumar el crimen, dijo que además se está investigando a más efectivos policiales del entorno de la víctima, ya que quieren establecer por qué Angulo estaba sola en la subcomisaría al momento del crimen.
El hecho ocurrió este viernes cerca de las 7 en la subcomisaria El Sauce, en Guaymallén, cuando dos policías regresaron de una ronda y al ingresar el destacamento encontraron a Nidia Angulo con una herida en la cabeza.
