El partido de Copa Argentina entre Boca y Talleres, en el que Boca se impuso en los penales, ha desatado una polémica que va más allá de lo futbolístico. El árbitro Andrés Merlos declaró que el presidente de Talleres, Andrés Fassi, habría ingresado a su vestuario junto a dos custodios, uno de los cuales portaba un arma de fuego, tras el partido.
Merlos relató que, al llegar a la puerta del vestuario con su equipo arbitral, Fassi ya los esperaba con varios hombres, y al ingresar al lugar, lo siguió con dos custodios, uno de los cuales habría mostrado una pistola. Según el árbitro, Fassi lo insultó y amenazó de muerte.
El desencadenante de la controversia fue un gol de Boca que Talleres consideró ilegal. El delantero Brian Aguirre marcó el gol tras recuperar una pelota que parecía haber salido del campo de juego. El árbitro dio por válido el tanto, lo que provocó la furia de Fassi, quien insultó desde el palco.
Por su parte, Fassi ofreció una versión completamente diferente. Admitió haber bajado al vestuario para reclamarle al árbitro, pero aseguró que fue Merlos quien intentó agredirlo y lo acusó de haber perjudicado a Talleres en reiteradas ocasiones. Tanto Merlos como Fassi anunciaron que presentarán denuncias penales por lo ocurrido.
La Asociación Argentina de Árbitros se solidarizó con Merlos y condenó los hechos de violencia mediante un comunicado.