Luis Lacalle Pou, presidente de Uruguay, se refirió a la tensión que se generó con el presidente Alberto Fernández durante la última cumbre del Mercosur llevada a cabo el viernes pasado y aseguró que hay “muy buena relación” entre ambos, al margen de los “chisporroteos”. Por tanto, manifestó que contará “hasta mil” antes de enfrentarse con su par argentino.
“Tengo una muy buena relación personal con Alberto Fernández, por lo que los chisporroteos que puede haber no deben de ser obstáculo. Por lo menos yo no lo voy a alegar como un obstáculo. Cada vez que escuchen una opinión mía va a ser para construir; si pasa lo contrario voy a contar hasta 1.000 para asumirlo con la paciencia que corresponde”, comentó en diálogo con el programa Desde el Llano que conduce Joaquín Morales Solá por la señal televisiva TN.
“Yo nunca me peleé con nadie. Es imposible que me reconcilie con el que no me peleé“, remarcó Lacalle Pou.
Sobre las menciones hechas en la cumbre que molestaron a Fernández, buscó bajar los sumos aunque ratificó su postura: “Si no hacemos nada, ¿qué va a pasar en los próximos 10 años? El mundo nos va a pasar por arriba. Cuando uno ve los acuerdos internacionales desde que el Mercosur se fundó hace 30 años, cómo ha cambiado el mundo, cuántos acuerdos de libre comercio, cuántos (pactos) de regiones con regiones… Si aguantamos 10 años más, con la vertiginosidad que se le ha dado a estos tiempos, vamos a quedar congelados”.
“Uruguay quiere acuerdos con el mundo. A Uruguay le gustaría que se consolide el acuerdo con la UE, cosa que la veo bastante compleja. Tenemos que avanzar. Uruguay necesita mercados para el progreso de nuestra gente y para hacer un lugar de atracción para que la gente se venga a vivir. Estamos dispuestos a tomar ese riesgo y abrirnos al mundo que estoy seguro, confío en mis compatriotas, va a ser una inmensa oportunidad de prosperidad y progreso”, remarcó.
Asimismo añadió que “estamos convencidos de que el mundo está preparado para recibir a un Mercosur que se asocie. El mundo está preparado para recibir a distintos socios del Mercosur que maximicen el comercio con algunos países”.
Por último, insistió en su teoría de las dos velocidades: “Sí podemos tener un Mercosur con velocidades distintas, donde el Mercosur se ponga en un carril y diga que Paraguay avanza más rápido que Uruguay, Uruguay más rápido que Brasil, Argentina más rápido que Paraguay. Eso ya genera una cierta tranquilidad y comodidad para movernos”.