YPF, la petrolera estatal de Argentina, está evaluando un aumento del 2% en el precio del litro de nafta y gasoil que comenzaría a regir desde el próximo viernes 1 de noviembre.
Esta medida responde a una subida en los costos operativos que impactan en los precios al surtidor. Sin embargo, si el Gobierno opta por actualizar los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), el incremento total podría alcanzar el 4%.
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Fuentes de la empresa informaron a TN que esta posible suba busca cubrir los costos derivados de la devaluación del peso frente al dólar, estimada en un 2% mensual, el aumento en el costo de los biocombustibles y el comportamiento de los precios internacionales del petróleo.
Con una importante participación en el mercado, YPF establece la referencia para el resto de las petroleras en Argentina, por lo que sus decisiones suelen impactar en el movimiento de precios del sector.
Este ajuste previsto se produce a medida que se acerca el cierre del año, y el próximo anuncio podría reflejarse en todas las estaciones de servicio del país, lo que afectará tanto a los consumidores como a otros rubros dependientes de los combustibles.