Casi 5 veces en un caso, y más de 4 en el otro. Fue el salto que dieron los precios de la carne, en el ojo de la tormenta por el conflicto con el Gobierno nacional ante el cepo a las exportaciones, y de las frutas, respectivamente en Cuyo, con Mendoza a la cabeza en los últimos 4 años: el balance se consolidó desde el 2020 en medio de la pandemia y la coloca, con un 300%, como la región del país más inflacionaria si se toma el rubro alimentos y bebidas.
Es una de las conclusiones de un estudio del IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal), publicado por el portal Informe Mendoza y que se basa en estadísticas del Indec que compara las distintas regiones del país.
El documento confirma que, si bien entre 2020 y 2021 el orden se invirtió (las frutas treparon 78,2% y carne 65,9%), ambos productos de la canasta lideran el ránking de los que más aumentaron desde 2017 con un acumulado de más del 400% en ese período, seguido por aceite y manteca, con 342%, y otros productos.
“Analizando a la carne y derivados, alimento de mayor ponderación en la canasta de alimentos y bebidas sin alcohol, se aprecia que el rango entre regiones fue de 96,1 puntos porcentuales en los últimos cuatro años“, puntualiza el informe del equipo que lidera el economista Nadín Algañaraz, y que incluso ubica a la región encabezada por Mendoza casi 20 puntos arriba de la media nacional.
Los extremos están dados por la región Noreste, donde la carne, con 425,1%, subió 96 puntos porcentuales más que en la Patagonia entre el 2017 y 2021. Al NEA lo secunda Cuyo, con el 407,7% de aumento acumulado también en el mismo lapso de tiempo.
Sin embargo, el orden se altera al comparar la variación de precios acumulada entre 2017 y este año. La región cuyana pasa al frente y desplaza por poco al NEA, con la zona pampeana en tercer lugar y el NOA y Patagonia muy cerca en el cuarto y quinto; el Gran Buenos Aires cierra el Top 6 del país con algo menos del 300% (ver cuadro).
¿Porqué acá es más caro?
El estudio, que hace el corte a marzo último, también se detiene en la brecha con el promedio nacional al analizar en general el rubro Alimentos y Bebidas sin Alcohol.
“Esta brecha fue mucho mayor que la correspondiente a inflación general que fue de 29,1 puntos porcentuales“, dice el reporte al precisar que “tuvo lugar entre el Gran Buenos Aires, donde creció 11,2 puntos porcentuales menos que el promedio nacional, y la región Cuyo con 17,9 puntos porcentuales más (por encima del Noreste con 17)”, mientras que en Patagonia se redujo (-10,5).
Frente a las estadísticas, desde la Cámara de Empresas de la Carne en Mendoza aportan sus argumentos. “Además de la época, hay que tener en cuenta que la hacienda llega desde Buenos Aires y Córdoba, con lo cual el flete incide mucho en el precio final, más aún si hay subas constantes de combustible. Y, salvo la cadena local, si se compara con los supermercados que en su mayoría son cadenas de Buenos Aires, se nota mucho la diferencia frente a una carnicería de barrio“, aduce su presidente, José Rizzo.
El ejemplo a mano, para el empresario, es que un kilo de lomo en el mostrador de un súper o híper puede llegar a valer $1000. De ahí que remarca que “aún con el costo logístico, tenemos iguales o mejores precios que las zonas productoras”.
A la carne y la fruta, además del aceite, le siguen verduras (subieron más de 330% en los últimos 4 años), y muy cerca algunas infusiones como té, café y yerba, además del cacao (329%). Una dinámica que, sin contar con la política propia de precios del sector comercial, suele atribuírse al factor estacional de la producción, y al impacto de la logística en el costo de los fletes para productos que llegan desde el norte argentino.
A esos factores se aferra Sergio Fernández, presidente del Mercado Cooperativo de Godoy Cruz. “Es obvio que la fruta y la verdura en esta época van a subir, porque empieza a entrar la producción del norte, y es lo que más influye por el transporte. De hecho, hasta hace un mes el tomate perita costaba $400 (por cajón de 16 kilos) y hoy entra a $2.000; pero en un momento dado, mientras la carne siguió subiendo, los productos de estación siguieron estando baratos”.