La presa El Baqueano es un largo anhelo de Mendoza. La obra formaba parte de la planificación del sistema de diques del río Diamante en la década de los 80 para aumentar la capacidad de embalse, aportar energía al el Sistema Argentino de Interconexión y crear un polo turístico en el Sur mendocino.
En los últimos cuatro años, Mendoza encaró nuevos estudios, relocalizaciones y actualizaciones del proyecto que forma parte del Sistema Diamante junto con las Centrales Hidroeléctricas Agua del Toro y Los Reyunos
La obra aumentará 15% la capacidad de embalse del complejo del río, aportará 120 MW de potencia para generar 450 GWh al año y abastecer de energía a aproximadamente 60.000 hogares.
Con una inversión de 525 millones de dólares, promoverá la creación de 800 puestos de empleo directo y cerca de 1.500 indirectos por servicios y obras asociadas.
Planificación y obras recientes
Gracias al trabajo de la Empresa Mendocina de Energía (Emesa), en los últimos cuatro años el proyecto se actualizó y reformuló porque los planos originales presentaban riesgo de aludes.
El Baqueano estaba proyectado como una presa de materiales sueltos, con cara de hormigón aguas arriba, como Potrerillos, en la confluencia entre el arroyo Agua de la Mora y el río Diamante. Pero, antes de reactivar la obra, el Gobierno de Mendoza encaró nuevos estudios geológicos, que determinaron que aguas arriba del sitio previsto había riesgo de desplazamientos de laderas.
Durante todo 2018, se realizaron nuevos estudios de suelo para determinar la localización y el modo de edificación más seguros. Así, se determinó que la histórica propuesta de Agua Mora quedaba descartada y que se construirá una presa de hormigón de gravedad HCR (hormigón compactado con rodillos) en una zona conocida como El Imperial.
En El Imperial está previsto construir una presa de 68 metros de atura, con una conducción en túnel de 13,8 kilómetros de longitud y un diámetro 7 metros, hasta la central El Baqueano, situada aguas arriba de la cola del embalse Los Reyunos.
En esa zona se construyó, en 1982, el aprovechamiento hidroeléctrico Agua del Toro, ubicado aguas arriba de donde se instalará la nueva central y Los Reyunos y El Tigre, situados aguas abajo, que totalizan una potencia instalada de 388 MW anuales y generan 575 GWh.
Más avances
En junio de este año, Emesa abrió el concurso para realizar los estudios de geología, geotecnia, geofísica, ensayos de laboratorio y topografía que permitan ajustar los últimos detalles de ingeniería para una obra que tendrá, entre otras cosas, el túnel más largo de Argentina, que llevará el agua hasta la sala de máquinas.
Los estudios se concretan gracias al Fondo Fiduciario del Plan de Infraestructura Eléctrica de Alta Tensión de Zonas Aisladas y en Desarrollo (Fopiatzad).
Estos estudios complementan los que existían previamente, ya que la cordillera de los Andes es una zona geológicamente joven, por lo que los análisis de suelo previos para este tipo de construcciones deben ser minuciosos y actualizados.
Además, se cerró un convenio con Vialidad Provincial, que abrió los caminos para llegar al sitio y refuncionalizó un túnel de 500 metros que estaba desmoronado.