Enzo Fernández, el campeón del mundo y jugador del Chelsea, logró revertir su situación con el club y sus compañeros de manera notable después de haber sido acusado de racismo debido a una canción cantada contra Francia tras la conquista de la Copa América.
Este miércoles por la noche, durante un amistoso disputado en Atlanta, Fernández no solo tuvo un destacado desempeño en el campo, sino que además recibió un gran gesto de confianza y apoyo del club: lucir la cinta de capitán.
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El bicampeón de América saltó al campo de juego en la segunda mitad del partido y, en un momento simbólico, terminó portando la cinta de capitán en su brazo izquierdo.
Esta responsabilidad, que inicialmente fue de Reece James, es un claro indicio de la reintegración del argentino en el plantel y de la superación de la polémica que había ensombrecido su imagen.
Reece James, uno de los pilares del equipo inglés, jugó un papel crucial en este proceso. Según se supo, James fue uno de los compañeros que más ayudó a Fernández a reintegrarse en el equipo después de las acusaciones de racismo que surgieron entre algunos de sus compañeros.