Marcela Acuña, la esposa de Emerenciano Sena y una de las apuntadas por la Justicia por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, escribió una carta desde prisión y responsabilizó a su propio hijo de haber perpetrado el crimen de la joven.
La suegra de la víctima cargó contra el “partido judicial y los radicales” de “armar una causa” y juró que ella y su esposo son “inocentes”, ya que, según expresó, no existen pruebas para que sigan tras las rejas. Además, repudió el presunto femicidio.
“Una cosa es el femicidio de Cecilia, repudiable desde todo punto de vista, y otra es querer inculparnos desde una fiscalía que sin pruebas nos tiene no solo encerrados, paseándonos como trofeos con esposas como delincuentes, sino que nos mete en una causa con una carátula que no se sostiene hacia nosotros con pruebas, solo con supuestos”, se lee en la misiva.
Después, la dirigente política dirigió los dardos contra su hijo: “¿Por qué, si fue César (mi hijo) responsable, nos incriminan a nosotros? Creo que por muchos motivos, principalmente la grieta que vivimos como patria, nosotros somos parte de una generación nueva junto a Emerenciano”.
Y continuó con un mensaje enfocado en lo político intentar desligarse junto a su marido, Emerenciano Sena. “Hemos dado dignidad junto a un proyecto nacional y popular que nos permitió hacerlo, no solo a nosotros, sino a cientos de dirigentes que iniciaron mirándonos en el camino de la autogestión”.
Acuña sostuvo que la Justicia encontró “el punto exacto para atacar en serie a Emerenciano (Sena), a lo que él significa, y a (Jorge) Capitanich, en un escenario electoral donde lo que tienen son los grandes medios a su favor y una justicia de calzoncillos flojos que, influenciados por los grupos económicos que manejan los grandes medios, no dudó en encerrarnos y prenderse a los desmanes del falso periodismo, sumado a las redes ilícitas de difamación”.
“Los radicales tomaron el dolor de un pedido por bandera política, mezclando todo y dando mucho para que se tergiverse los medios. A esto se sumaron los que responden directamente a la matrícula ideológica de los dictadores militares, portales truchos que siempre en nombre de la patria anhelan matar de alguna manera a nosotros, ´los negros´”, continuó.
En tal sentido dijo que Emerenciano Sena y ella están dando una batalla en la que están encerrados “sin tener voz y privados de la libertad” y aseguró que eso es lo que hace que sean “socialmente culpables”.
Luego destacó los motivos por los que, según manifestó, ambos sufrieron una “condena social”: “Por ser piqueteros, por haber tenido a mi padre, por razones políticas, por haber levantado la bandera cubana con la argentina, por amar a un caudillo rojo (Emerenciano), por haber hecho Emerenciano más de 400 casas y estamentos públicos, SINEM presos por haber creado bibliotecas, centros de recreación, y tanto más”.
Y añadió: “Todo esto nos hace culpables, clan, mafiosos para la justicia y para aquellos oportunistas que creen que van a volver a gobernar la provincia, y que con el encierro a Emerenciano y la exposición pública van a ganar y gobernar”.
Ya sobre el cierre, defendió su inocencia y la de su esposo: “Somos inocentes y aquellos que actúan con malicia, que Dios los perdone, han generado mucho dolor y eso todo Dios ve. No se usa el dolor ajeno para posicionarse en una sociedad que cree en los medios de comunicación”.
En otro pasaje, contó que durante la confección de la carta debió cambiar el color de birome porque el fiscal decidió que mientras esté detnida debe “escribir lo menos posible”, motivo por el cual tiene que pedir con anticipación la lapicera, “bajo la excusa de que es un riesgo”.
“Asimismo, terminan de hacerme firmar la prisión preventiva, de seguro será un logro para el fiscal que el día que me conoció me dijo “no vas a hacer lo que vos querés”, amenazante delante de policías antes que estalle esta comedia dantesca organizada por él y su grupo mafioso que quiere ver a Emerenciano derrotado, preso, y a torturar a una mujer como yo por haberse sentido desafiado”, subrayó.
Por último, expuso: “Peor. Va más allá, además de la prisión preventiva, ordenó que no tenga acceso a determinados libros, entre ellos dos que me trajo mi hija, uno de Montesquiu y otro sobre el proyecto nacional y popular donde se levanta la figura de Cristina Fernández de Kirchner, nuestra vicepresidenta. Al parecer son libros prohibidos para mí, como la birome, como los diarios, radio y hasta el pedido de un MP3 con música clásica, todo es no por orden del fiscal de género, Cáceres Olivera, hasta Cristina Kirchner.
“Una acción lo dice todo, sigo con mi huelga, libertad a Emerenciano. Domiciliaria ya”, culminó.