Las pericias realizadas a los restos óseos encontrados en el río Tragadero en el caso Cecilia Strzyzowski revelaron que corresponden a falanges de una mano y de un pie humano.
Fuentes judiciales confirmaron que “el primero de los huesos mide 3,5 centímetros de largo y 0,7 de ancho y se corresponde a una falange de una mano”.
“El segundo 3,5 centímetros de largo y 1,3 de ancho que pertenecen a un dedo del pie”. Mientras que el tercero de 2,5 centímetros de largo y 2,3 de ancho que “se correspondería a un hueso largo, con uno de sus extremos seccionado, en forma transversal. Esto lo hace estar representado en forma incompleta”.
Ahora, peritos buscarán revelar si pertenecen o no a la joven desaparecida. Para la defensa de Gloria, mamá de Cecilia, los huesos son de ella. Esto se debe a que estaban dentro de la misma bolsa donde apareció el dije reconocido por la familia.
Por su parte los letrados del Equipo de Fiscales Especial (EFE) señalan que Cecilia fue asesinada por un estrangulamiento que habría cometido César Sena. Aunque no se trata de la habitual maniobra de este tipo de casos, sino de una toma de Jiu-Jitsu brasileño, el arte marcial que practicaba el presunto femicida.
Jorge Cáceres Olivera, uno de los fiscales, determinó que el hijo de Emerenciano Sena y Marcela Acuña tenía rasguños en el cuello y en un brazo compatibles con un mecanismo de defensa llevado a cabo por la víctima.
En las últimas horas la Justicia autorizó que en los rastrillajes participen los perros de Cecilia ya que al haber convivido con ella por varios años permitirían hacer un reconocimiento más eficaz.