Este jueves, el Gobierno confirmó la designación del mendocino Víctor Alberto Urbani en el Ministerio de Salud. Si bien fue oficializado como secretario de Equidad en Salud, en la práctica actuará como viceministro de Carla Vizzotti.
Durante la gestión de Ginés Gozález García, su segundo era el que estaba al frente de la Secretaría de Acceso a la Salud. En ese cargo se encontraba Vizzotti, cuyo nombre cobró notoriedad pública en medio de la administración de la pandemia.
Según el portal Infobae, tras la salida de González García, el presidente Alberto Fernández le indicó a Vizzotti que la nueva cabeza del Ministerio de Salud no debe quedar ningún dirigente de peso del entorno de su antecesor.
En este marco, Alberto Fernández, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero y la propia Vizzotti, firmaron el Decreto 174/2021 que oficializa la designación de Víctor Alberto Urbani como secretario de Equidad en Salud.
Urbani es un reconocido médico oriundo de Mendoza, que se desempeñó como ministro de Salud de la provincia de Jujuy durante la gestión del ex gobernador Eduardo Fellner. Tras el regreso del kirchnerismo al poder, en enero de 2020 fue designado para ocupar el cargo de Gerente de Delegaciones y Articulación de los Integrantes del Sistema de Salud de la Nación que funciona bajo la órbita de la Gerencia General de la Superintendencia de Servicios de Salud.
Víctor Urbani ocupará el cargo que dejó vacante Martín Horacio Sabignoso, otro de los funcionarios involucrados en la distribución discrecional de vacunas contra el coronavirus entre dirigentes y “amigos del poder”. Sabignoso es amigo de Lisandro Bonelli, el sobrino de Ginés González García que se desempeñaba como jefe de Gabinete del Ministerio de Salud hasta que estalló el escándalo. Ambos fueron vacunados bajo la figura de “Personal de Salud”.
Con la designación de Urbani como su número dos, Vizzotti avanza con la conformación de la nueva estructura del Gabinete. Al frente de la cartera sanitaria se enfrentará a un potencial escenario de aumento de contagios de manera exponencial frente a la segunda ola de COVID-19, mientras debe profundizar las negociaciones con los distintos laboratorios para agilizar la llegada de las millones de dosis prometidas. A la vez, en el Gobierno crece la preocupación por el aumento de casos en la región.