Mauricio Macri habló de la interna entre el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y advirtió que va a apoyar al candidato que considere que “garantice el cambio”.
“Mi trabajo es hoy ayudarlos a crecer, y, si veo que al final del camino uno garantiza el cambio y otro no, yo voy a jugar. Si no estoy seguro que hay una marcada diferencia no voy a pedir el voto por uno, creo en la sabiduría de la gente”, sentenció Macri en diálogo con el diario ABC de España.
“Los veo muy bien a los dos, veo una evolución permanente. El camino a ser presidente no es de un día para el otro, es un proceso en el que se va madurando, se va incorporando más visión, más conocimiento. Y tanto a ellos como a (la diputada) María Eugenia Vidal y otros más del radicalismo los veo creciendo”, precisó el expresidente desde Madrid.
Luego, ante la consulta de la posibilidad de que sea candidato en las elecciones presidenciales del año próximo, respondió: “No siento que necesite ni una revancha, ni una reivindicación. Sé de la relación y el afecto que tengo de la gente, pero creo que hoy yo tengo que batallar por las ideas y no por una cuestión individual”.
En ese contexto, Macri afirmó que “es el fin del populismo en Argentina” por lo que “el año que viene empiezan 20 años de crecimiento”, y pronosticó que “el año que viene gobierna la oposición”.
“El populismo no funciona. Ahí es donde veo mi optimismo. La Argentina de Evita y de (Juan Domingo) Perón inventó el populismo, pero será Argentina el primer país en quitarse ese populismo de encima”, subrayó.
En ese marco, el expresidente prometió que su espacio político buscará “restablecer una convivencia a partir de la ley y eso va a generar un proceso de inversión y trabajo”.
Y agregó: “No va a ser de un día para el otro, pero empieza un proceso en el cada día y cada año a vamos a estar mejor”.
Además, calificó como “grotesca e innecesaria” la “instrumentalización” que, a su entender, realizó el Gobierno sobre el intento de asesinato contra la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Y finalizó argumentando: “No hacía falta volver a despreciar a los argentinos con un feriado cuando a tanta gente le cuesta llegar a fin de mes, sacar a los chicos de la escuela, acusar a la oposición, al periodismo, a los jueces de ser responsables de algo que aparentemente hizo un grupo de trastornados que no tiene nada que ver con la política y menos con los otros poderes”.