El observatorio Copernicus de la Unión Europea informó que junio fue el mes más caluroso del planeta registrado hasta la actualidad. La Tierra continúa calentándose, y recientemente se detectó una temperatura media de 16,51°C que se ubicó 0,5 por encima del promedio del período 1991-2020.

La tendencia siguió en julio, que empezó con el día más caluroso desde que se tienen registros. La temperatura global promedio llegó a los 17,01 grados, superando el máximo de 2016.

Para la entidad europea, esto es debido al calentamiento de los océanos, que constituye el 70% de la superficie de la Tierra. Una mezcla de cambio climático y del retorno del fenómeno El Niño que “podría generar nuevos récords de temperaturas”, según precisó la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.

El científico del observatorio Copernicus Julien Nicolas señaló que, si bien junio supera regularmente las medidas del período 1991-2020 desde hace 15 años, “junio de 2023 está muy por encima de los demás, es un tipo de anomalía al que no estamos acostumbrados”.

En el último mes se rompió el récord registrado en 2019, cuando el termómetro se situó 0,37 grados por encima de la media.

Las temperaturas alcanzaron nuevos números en el noroeste de Europa, mientras que en algunas partes de Canadá, Estados Unidos, México, Asia y el este Australia “fueron netamente más cálidas de lo normal” y, de lo contrario, estuvo más frío de lo habitual en el oeste de Australia, el oeste de Estados Unidos y el oeste de Rusia.

¿Qué factores que influyen en el cambio de temperatura? 

Según explicó Nicolas, uno de los factores que influyen es “la tendencia al calentamiento de los océanos, que absorben el 90% del calor producido por la actividad humana”.

En ese tal, analizaron “olas de calor marino extremo” en el mar Báltico, así como en Irlanda y Gran Bretaña, país que también llegó a un récord de temperatura en junio.

Aunque predecir el rumbo del verano boreal de 2023 en el hemisferio norte es difícil, los récords de temperatura se encadenan en el mundo desde abril. 

El incremento de temperaturas genera otros eventos extremos. No es el calentamiento global, sino sus consecuencias. Por ejemplo, la tendencia a grandes incendios forestales y sequías, como la que afectó recientemente a Uruguay, que provocó una emergencia por falta de agua potable.