Cacho Garay, el humorista mendocino de 68 años, sufrió un nuevo cachetazo por parte de la Justicia y podría ir directo a prisión en el marco de la denuncia por violencia de género que le impuso su ex pareja, Verónica Macías.
El motivo de esta decisión se debe al cambio del fiscal de la causa. Luego de que Daniel Carniello fuera apartado por pedido de la defensa, su lugar fue ocupado por Mónica Fernández Poblet.
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A raíz de este cambio, la flamante magistrada agravó la imputación del capocómico a abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de dos o más persona y por el uso de armas.
De esta forma, Poblet pidió que sea trasladado de inmediato al penal, informó Diario Uno.
Por otro lado, Sandra Astudillo Staffolani, la empleada de la Legislatura, fue enviada a la cárcel este viernes por la tarde.