Ayer, el Congreso, el Palacio presidencial y la Corte Suprema de Brasilia se llenaron de bolsonaristas que repudiaban a Lula Da Silva, el nuevo presidente de Brasil. Ahora estas personas, que están a favor de Jair Bolsonaro, son buscadas intensamente por la policía del país.
Inspeccionarán edificios en busca de huellas dactilares, pruebas e imágenes para dar con los principales responsables de este intento de golpe de estado. Hasta el momento hay 300 personas detenidas.
“No lograrán destruir la democracia brasileña. Necesitamos decir eso plenamente, con toda firmeza y convicción”, dijo Dino. “No aceptaremos el camino de la criminalidad para realizar luchas políticas en Brasil. Un criminal es tratado como un criminal”, dijo al respecto el Ministro de Justicia Flávio Dino.
Los brasileros destrozaron todo lo que encontraron a su paso. Rompieron muebles, computadoras, impresoras y hasta arrojaron objetos por las ventanas.
