El nombre de Alfredo Raúl Rosaspina (64) está en la mira de los pesquisas que llevan adelante la causa que tiene contra las cuerdas a Walter Bento, investigado por encabezar una supuesta asociación ilícita.
Este contrabandista, conocido por las autoridades judiciales y policiales de Mendoza, fue relacionado con Diego Aliaga, que fue asesinado en julio del año pasado.
Aliaga, ex despachante de aduanas y de contacto permanente con Bento, tenía una cierta rivalidad con Rosaspina.
Según diario El Sol, Aliaga tenía cierta relación con miembros de la Dirección de Inteligencia Criminal (DIC) y con el jefe de la delegación de la PCN en el Valle de Uco, Gabriel Moschetti, hoy detenido en la causa.
Ver: La esposa del juez Walter Bento dijo que el fiscal Dante Vega “es un verdadero enemigo”
Antes de ser asesinado, el ex despachante de aduanas, reveló datos de suma importancia para desarticular una banda dedicada al contrabando, y en la que tendría participación el contrabandista en cuestión.
Al ser una especie de competencia para él, Aliaga buscaba sacarse de encima a posibles rivales de sus negocios, motivo por el cual se dirigía a ciertos investigadores.
Rosaspina está condenado y señalado como operador con vínculos en Chile, además de estar marcado por duplicar documentación de transportes para varios sujetos.
De acuerdo a la información a la que accedieron los colegas, mantuvo contactos con Bento, y también con otra personalidad vinculada a la mega causa, Eugenio Nasi.
Diferentes testigos vincularon a Rosaspina con la causa liderada por el fiscal Dante Vega. Creen que “cumplía un rol fundamental con llegada al titular del Juzgado Federal N°1”.
Aparentemente tenía un rol destacado en el contrabando de Chile a Mendoza y viceversa, además de tener llegada a agentes policiales y referentes del Poder Judicial Federal.
De hecho, recordaron que en uno de los expedientes en su contra del año 2012, demoraron nueve años en resolverlo.
A fines de mayo de este año, el sujeto admitió que intentó llevar ilegalmente a Chile 400 cartones de cigarrillos valuados en casi 3 millones de pesos, por lo que fue condenado a tres años de prisión en suspenso luego de una investigación liderada por el propio Walter Bento.
Diego Barrera, otro nombre en la causa, mencionó el nombre de Rosaspina cuando se refirió a la megacausa.
De hecho, los sabuesos saben que están ante un individuo que “siempre se escapó de las causas grandes por sus contactos”.
Llegaron a decir que estaban ante el principal responsable de una red de producción y comercio de elementos prohibidos de la historia mendocina, la cual supo traer mercadería desde Chile por 60 millones de pesos.
Policías bajo la lupa
Diego Aliaga supo tener contacto con un policía (actualmente retirado) que formó parte de la DIC. Este uniformado prestó declaración en el marco de la megacausa para que diera detalles de lo que sabía sobre el ex despachante de aduanas, como así también para que explicara que lo unía al juez y a algunos abogados de ciertos imputados, a los que se les habría pedido coimas a cambio de beneficios procesos.
En ese entonces, admitió conocer a Aliaga, a quien se acercó por intermedio de un gendarme de renombre, del que no ha trascendido identidad.
El agente, hoy fuera de la fuerza, contó que Aliaga conocía a diferentes delincuentes y hechos vinculados a maniobras de contrabando que realizaban.
“El contrabandista más fuerte que había por esos días era Rosaspina”, señaló el testigo.
Y si bien especificó que Aliaga daba datos acerca de este hombre, nunca pudieron comprobar las sospechas.
Con el correr del tiempo, el funcionario policial de la DIC no volvió a saber más nada de Aliaga.
Sin embargo, el ex despachante de aduanas volvió a cargar contra Rosaspina cuando empezó a revelar detalles a la PCN que integraba el comisario Moschetti.
Este integrante de la fuerza, que fue detenido hace más de un mes en el Bentogate como miembro destacado de la asociación ilícita, reveló que Aliaga aportó detalles sobre sus inconvenientes con Rosaspina. “Esta persona Rosaspina se dedica a ingresar mercadería de origen extranjero”, informó Moschetti a las autoridades.
Y agregó, en documentos correspondientes a los meses de setiembre y octubre del 2019, que Aliaga se refirió a las personas que lo acompañaban, entre las que figuran Osvaldo Fabián Ballester y Diego Matías Juárez Ferro.
Puntualmente, la justicia ordenó 25 allanamientos a finales de diciembre de ese año por esa investigación, pero muchos de los operativos arrojaron resultados negativos.
Tras esa situación, surgió el nombre de Walter Bardinella Donoso.
Aliaga y Donoso, que supieron estar vinculados y están sospechados de formar parte de la asociación ilícita, habrían sido los responsables de hacer trascender información para ayudar a algunos de los contrabandistas sospechados.
Bardinella Donoso, detenido en 2020 y cuyo peritaje a su teléfono celular permitió confirmar que había una estrecha relación entre abogados, imputados y al parecer el juez Walter Bento, había agendado el teléfono de Rosaspina como “Rosa Espina”.
De este modo, y gracias a lo denunciado por algunos testigos, el Ministerio Público que lidera Vega empezó a seguir de cerca a Rosaspina y las causas arrancaron en el juzgado de Bento hace más de diez años, a fin de saber quiénes lo representaron en ese entonces y con quienes supo relacionarse.