A partir de la situación generado en Lago Escondido, hoy el debate en nuestro país vuelve a estar marcado por la extranjerización del suelo.
Los datos oficiales indican que 14,7 millones de hectáreas están en manos de personas o empresas con origen en otras naciones del mundo.
Según el Registro Nacional de Tierras Rurales, informe creado en 2011 a partir de la sanción de la Ley de Tierras, esto representa un 5,23% del amplio territorio que posee Argentina.
Si bien parece un porcentaje menor, no hay que subestimar los detalles. Son 14,7 millones de hectáreas de tierra, que distintos empresarios adquirieron para emprendimientos turísticos, mineros, agropecuarios y ganaderos, con arroyos, lagos, ríos y fauna y flora autóctona, recursos naturales, listos para ser explotados.
Repasando la Ley de 26737 de Régimen de Protección al Dominio Nacional sobre la Propiedad, Posesión o Tenencia de las Tierras Rurales, es bueno aclarar que originalmente establecía que no se pueden adquirir parcelas que estén en la zona de seguridad de frontera, ni tierras que contengan o sean ribereñas de “cuerpos de agua de envergadura permanentes”. También establecía que los extranjeros no podían tener más del 15 por ciento de las tierras del país, de una provincia o de un municipio y controles por parte del Estado para la autorización a través de una habilitación. Esta ley sufrió algunas modificaciones a partir de un decreto presidencial durante la gestión de Mauricio Macri, con la intención de promover la inversión extranjera.
¿QUIÉNES SON LOS DUEÑOS?
Según los registros oficiales, el empresario italiano Luciano Benetton es el extranjero con la mayor cantidad de tierras en nuestro país, posee 655.990 hectáreas distribuidas entre Buenos Aires, Chubut, Río Negro y Santa Cruz y administradas por la empresa “Compañía de Tierras del Sud Argentino”. Le sigue la firma Los Poquiteros S.A., dueña de 469.460 hectáreas en Catamarca y cuyo titular adquirió desde 2003 un 5% del territorio de esa provincia.
En el listado también aparece la empresa suiza offshore Estomonte AG con tierras en San Juan y Unicampos S.A. (también de origen suizo), con 179.000 hectáreas en Mendoza, Santa Luis y Santa Fe.
El Registro detectó más de un millón de hectáreas en manos de empresas radicadas en paraísos fiscales, que terminan blindando a los verdaderos propietarios ante reclamos ambientales, impositivos y territoriales.
Otro de los empresarios con fuerte presencia en territorio argentino es el estadounidense Douglas Hopkins, filántropo y ecologista, dueño de miles de hectáreas en los Esteros del Iberá y apodado el “Señor del Agua”, quien por medio de la fundación The Conservation Land Trust S.A., restauró sitios para la creación de Parques Nacionales como el Iberá, los esteros de Corrientes y otros lugares similares en Chile.
El problema del Agua
En el caso del magnate británico Joe Lewis, hay que aclarar que si bien no posee las dimensiones de tierras de los que lideran las inversiones extranjeras en el país, lo que se cuestiona es que a partir de la adquisición de tierras se terminó apropiando de un reservorio de agua como Lago Escondido, donde construyó una mansión con canchas de golf y zoológico, prohibiendo el acceso al lugar, considerado por la legislación argentina de posesión pública.
El debate vuelve a encenderse y tiene como fondo, reclamos históricos de quienes se consideran los dueños originales de la tierra, el Estado y la ciudadanía en general.
Fuente/ Página 12/ Chequeado/ AM 750