La tarde del 31 de diciembre pasado, Jesús David Calderón, un joven de 30 años, se retiró de su trabajo en una zapatería de la ciudad de Mendoza y se dirigió a su departamento ubicado en la calle Gutiérrez al 650.
Antes de llegar al edificio donde vivía, se comunicó por teléfono con su madre, quien está en España, para saludarla por el año nuevo.
Según publica hoy el portal Infobae, esa llamada fue el último contacto que tuvo con su familia. Tres días después, Calderón fue hallado asesinado dentro de su vivienda.
Tras más de 48 horas sin atender el teléfono ni contestar mensajes, desde el entorno del joven se preocuparon. Su hermanastra se contactó con una amiga que vive por la zona para pedirle que fuera hasta la casa de Calderón. Como nadie la atendió, luego se realizó una denuncia por averiguación de paradero. A eso se le sumó que un vecino informó al 911 que desde el departamento provenía un olor nauseabundo.
Así, según Infobae, la Policía volvió más tarde al lugar con un cerrajero y al ingresar, se encontraron con una escena dantesca. De acuerdo a lo que informaron desde la fuerza, el joven estaba atado a una cama por la espalda y cintura. Sobre su cuerpo y a su alrededor, en la cama y en el piso, se esparcían manchas de sangre. Había sido golpeado y ahorcado.
La investigación posterior de la fiscal de Homicidios Andrea Lazo determinó que se trató de un robo. Entre el desorden general dentro del departamento, los investigadores advirtieron que faltaban el televisor y otros aparatos electrónicos, y también dinero que la víctima tenía ahorrado. Se estimó que la suma que faltaba rondaba los 70 mil pesos. Y hubo algo que además llamó la atención: la puerta no había sido forzada, por lo cual la principal hipótesis era que Calderón conocía a quien estuvo en su hogar.
Más de un mes después del crimen, dos sospechosos fueron detenidos en el barrio de Balvanera de la ciudad de Buenos Aires. Se trata de dos jóvenes de 20 y 22 años, quienes tuvieron en su poder el teléfono celular de Calderón y lo vendieron cuando se encontraban de paso en San Luis. Sobre ambos pesaba una orden de captura nacional e internacional.
La detención estuvo a cargo de efectivos de la Policía Federal y se concretó tras un seguimiento del Comando Unificado Federal de Recaptura de Evadidos (CUFRE), que funciona bajo la órbita del Ministerio de Seguridad de la Nación, junto con la División Búsqueda de Prófugos y Personas Desaparecidas de la PFA.
Los dos detenidos ahora serán trasladados a Mendoza en las próximas horas para ser indagados en la UFI de Homicidios y Violencia Institucional de Mendoza.
Hasta el momento, el caso está caratulado como homicidio criminis causa, es decir que el asesinato se produjo para ocultar otro delito, que en este caso sería el robo, aunque no se descartan otras hipótesis.