La diputada nacional de La Libertad Avanza, Lourdes Arrieta, se pronunció tras la denuncia presentada para investigar su visita a genocidas en el penal de Ezeiza junto a otros legisladores de su bloque. En el programa Argenzuela de C5N, Arrieta afirmó haberse sentido presionada para guardar silencio, alegando que “desde el Ejecutivo” le pedían que no hablara.
Según la investigación de Data Clave, la diputada confirmó que el organizador de la visita fue el entrerriano Beltrán Benedit, quien la recomendó al sacerdote Javier Olivera Ravassi. “Me unieron a un grupo de WhatsApp, en donde me invitaban a ciertas reuniones, a las cuales nunca asistí”, explicó Arrieta, señalando que la visita fue presentada como “humanitaria”. Respecto a los genocidas, mencionó que, por ser adultos mayores, “por sus caras fueron difíciles de reconocer”.
Arrieta culpó al presidente del bloque, Gabriel Bornoroni, por autorizar el viaje sin mostrar interés en el asunto y señaló que todo el bloque de La Libertad Avanza estaba informado a través del grupo de WhatsApp de los diputados. “Estaban todos al tanto”, destacó.
La diputada por Mendoza rompió el silencio porque “necesitaba hablar”, al sentirse asociada con genocidas. Expresó sentirse “avergonzada” y arrepentida por la visita y por “haber confiado en los colegas” que la convencieron. Confirmó haber recibido presiones para no hablar, afirmando que le sugerían “no hables o hablá en off”.
Arrieta decidió denunciar el hecho en busca de “la verdad” para identificar a los responsables, y aseguró que nadie le informó que visitarían a Astiz. Sobre la foto con los genocidas, propuso no tomarlas por “respeto institucional” y confirmó que no les revisaron ni retiraron los teléfonos al ingresar al penal.